Enmarcado en un “Encuentro de la Militancia con la Dirigencia Nacional”, a decir por las fotografías que dan cuenta de esta reunión con su dirigente nacional Claudia Ruiz Massieu, todo indica que la militancia jalisciense en el PRI quedó muy, pero muy mermada.

Tanto, que hasta tuvieron que modificar el tradicional acomodo del presidium -casi siempre arriba de una tarima- y del sillerío, por un redondel donde Ruiz Massieu quedó al centro arriba de un tapanco redondo y con amplio espacio entre ella y el primer círculo de sillas.

La fotografía que acompaña este texto es bastante elocuente al respecto, y dio pretexto para que se dijera que junta más gente un pleito de borrachos que una reunión entre priistas.

¿Esa es la militancia de Jalisco que se reunió con su presidente Claudia Ruiz? Entonces, muy patética la realidad del priismo jalisciense. Pero esa es la realidad. No hay otra.

A esta inimaginable imagen años atrás, de un priismo paupérrimo, se suma el hecho de que Claudia Ruiz Massieu tuvo que esperar a que Jorge Aristóteles Sandoval saliera del gobierno del Estado para venir a Jalisco como presidente del PRI. Y lo hizo apenas 24 horas después de que Sandoval Díaz le entregó la estafeta a Enrique Alfaro.

Se asegura que Ruiz Massieu no quería saber nada del gobernador priista de Jalisco. Y así lo hizo notar.

Pero lo hizo notar no sólo visitando Guadalajara cuando Aristóteles era ya ex gobernador, sino desde días antes cuando se decidió la elección de la nueva dirigencia estatal del PRI en la que impidió que como gobernador metiera la mano. En los propios corrillos priistas dicen que el mensaje fue: “Estás, pero no estás”; o sea, “eres aún el gobernador de Jalisco, pero tú no vas a imponer al presidente del PRI”, como marca la tradición priista.

Esa fue la razón, aseguran, por la que Ramiro Hernández García terminó como candidato único a la dirigencia estatal del PRI, no obstante que días antes, cuando le preguntaban que si buscaría mantenerse en la presidencia, Ramiro respondía no saberlo, pues no estaba en el ánimo del aún gobernador.

Sin embargo, apuntan que desde el CEN le llegó la instrucción de que se separara del cargo y se registrara como aspirante, pues otros se encargarían de que no tuviera rivales, por lo que ni Hugo René Ruiz Esparza -que se consideraba el candidato oficial del aristotelismo, pero impulsado por un grupo de ex aristotelistas- ni Fernando Pulido se registraron como candidatos sino que se sumaron a Ramiro.

Creo que fue muy oportuna la visita de Claudia Ruiz Massieu a Guadalajara para que personalmente confirmara la realidad de su partido y de su militancia, después de la desastrosa derrota del uno de julio; para que sus propios ojos vieran lo que de su partido quedó después del gobierno de Aristóteles Sandoval.

Y digo que fue oportuna porque al ver esa triste realidad del priismo jalisciense, no tendrá otra alternativa que trabajar, junto con Ramiro Hernández, por recuperar ya no el poder sino algo de dignidad en los próximos comicios del 2021.