El diputado sin partido, Pedro Kumamoto Aguilar, ya vivió la amarga experiencia que es estar… políticamente solo.
Solo y con su iniciativa #SinVotoNoHayDinero arrumbada, pues finalmente terminó ignorada por quienes en su momento creyó que eran sus aliados: primero el Partido Movimiento Ciudadano y posteriormente el PRI.
Kumamoto Aguilar anduvo para arriba y para abajo enarbolando su propuesta a favor de los partidos políticos para que se les entregara todos los años recursos del erario público para su mantenimiento, aunque con la aplicación de una fórmula que establecía entregarles menos dinero del que actualmente reciben.
Ya sin mencionar la también amarga experiencia que sufrió en la Cámara de Diputados donde le diron “alas” en el sentido de que la iniciativa que promovía sería discutida en la Comisión de Puntos Constitucionales y contaba con el apoyo de la mayoría de las fracciones parlamentarias, lo que  nunca sucedió, hoy terminó entendiendo que para obtener un triunfo no basta una simple campaña mediática sino que es necesario hacer política. Y eso aún no lo aprende.
Inicialmente los alfaristas del partido Movimiento Ciudadano le prometieron que apoyarían e impulsarían su iniciativa, la hicieron suya y Kumamoto quizáz pensó que ya estaba “del otro lado”. Sin embargo, tanto a los pemecistas como a él mismo se le atravesó el gobernador Aristóteles Sandoval y los priistas con su propuesta de desaparecer prácticamente el financiamiento público a los partidos en años no electorales.
La propuesta del PRI es que se les entregue sólo el 0.01% de lo que actualmente reciben.
La discusión de esta propuesta “envolvió” a Pedro Kumamoto y lo llevó no sólo a sostener un debate con el gobernador en Twitter sino a sentarse frente al Mandatario estatal en Casa Jalisco y salir convencido -además de deslumbrado por “lo bonito” que está el inmueble- de que la mejor fórmula era combinar su propuesta para años electorales con la de Aristóteles para años no electorales.
Incluso, el propio gobernador tuiteó que esa fórmula es la que debería de apoyarse.
Eso no cayó nada bien en las filas alfaristas ni al propio alcalde de Guadalajara, quienes además azuzados por lo dicho en una columna periodística por el dirigente estatal del PRI, Héctor Pizano Ramos, terminaron por desechar la propuesta de Kumamoto y olvidarse de la suya propia -reducir el financiamiento en 50%- para en un momento de irritación irse al extremo y proponer cero pesos a los partidos políticos; o sea, desaparecer por completo las prerrogativas. Nada en años electorales y no electorales.
Claro, llegaron a ese extremo a sabiendas de que para que se cumpla deben de efectuarse reformas a la Constitución federal que difícilmente se concretarán. Olvidaron el asunto local y lo trasladaron al terreno federal.
Por su parte el PRI, en su dictamen que aprobaron en la Comisión de Puntos Constitucionales ignoró por completo la propuesta de Kumamoto y ni por error la incluyó.
De esta manera, Pedro Kumamoto se quedó “sin miel y sin jícara”. Y convencido de que su propuesta simplemente terminó en el depósito de papeles, resignado declaró que él votaría por cualquier propuesta, la presentara quien fuera, que concretara la disminución de recursos a los partidos políticos.
O sea, él mismo terminó por olvidarse del #SinVotosNoHayDinero y, además, engañado por quienes le prometieron apoyarlo.