Luego de que Enrique Alfaro Ramírez rompió la coalición con el PRD, con lo que daba vida al Movimiento Progresista por México, las voces respecto a si esto beneficia o complica sus posibilidades de entrar a una verdadera competencia por la gubernatura se dividen.
Para algunos, Alfaro se quitó un “lastre” al romper con el PRD, mientras que para otros perdió un importante sustento que lo colocaba como un candidato altamente competitivo al ir con el apoyo de una estructura partidista y de recursos económicos.
Más allá de las visiones particulares de los simpatizantes o detractores de Alfaro Ramírez, la verdad es que sin el PRD y la conformación del Movimiento Progresista por Jalisco, el alcalde de Tlajomulco con licencia no contará con ciertos apoyos que, por supuesto, son importantes en cualquier campaña política.
¿Qué apoyos o ventajas perdería Alfaro con este rompimiento? Enumeremos:

  • El tiempo al aire en los medios electrónicos se le reducen drásticamente: de cuatro espots que hubiera tenido diarios en cada canal de televisión y en cada estación radiofónica, sólo tendrá ahora uno sólo en cada medio.
  • El financiamiento público por parte del partido que lo postule, en este caso Movimiento Ciudadano, no existirá porque no cuenta con él.
  • Las aportaciones particulares que reciba no podrán ser mayor al 10% del tope de campaña establecido, que es de 22 millones 242 mil 991.34 pesos.

Se asegura que Alfaro Ramírez estaría supeditado, pues, a los recursos que pudieran aportarle las dirigencias nacionales de los partidos que lo apoyarán, como es el caso de Movimiento Ciudadano y el del Trabajo.
De hecho, en su rueda de prensa de hoy Alfaro se “curó en salud” al decir que ellos no gastarán dinero del pueblo en campaña, pero no lo hará porque simplemente no tendrá acceso a esos recursos, razón por lo que dijo que gastarán a partir de la voluntad de los ciudadanos, pero que no puede pasar del 10%.
Sin embargo, es posible que su excelente manejo mediático le permita estár presente en los medios de comunicación, con lo que contrarrestaría esa falta de tiempo aire en los tiempos establecidos por el IFE.
Así, pues, el panorama para Enrique Alfaro se vislubra sombrío, al menos en materia de estos instrumenteos: tiempo aire y financiamiento público.