Los cambios que algunos esperaban se concretaran esta semana dentro del gabinete del gobernador Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, seguramente esperarán hasta la próxima. Y quizás a finales, porque el lunes se tendrá la visita nada menos que del presidente Enrique Peña Nieto, quien encabezará aquí un evento de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en materia de educación.
Hace nueve días el propio gobernador anunció que evaluaría quién -de sus colaboradores en el gabinete- se mantendría en el cargo (lo que despertó al “avispero” dentro y fuera del gobierno estatal), pero no dijo cuándo haría los relevos. Sin embargo, este anunció alimentó las especulaciones sobre nombres y fechas.
Hoy es jueves y estará aquí el secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso; el sábado el gobernador Sandoval Díaz encabezará la “encerrona” con los integrantes de la Comisión Política Permanente del PRI para analizar y discutir las causas -no lo responsables- de la derrota estrepitosa de su partido; el lunes estará aquí Peña Nieto y posiblemente a finales de la semana próxima decida dar a conocer algunos cambios.
Quizás lo primero que hará el Mandatario estatal será anunciar -aún no lo ha hecho, aunque hay a quienes ya se le “cuecen” las habas para que lo haga de manera oficial- que aceptó las renuncias de su jefe de Gabinete, Alberto Lamas, y de quien fungió como director general del Sistema Jalisciense de Radio y Televisión, Sergio Ramírez Robles, quien al parecer no quedará desligado del Gobierno del Estado, como erróneamente lo dijo el secretario general de Gobierno, Roberto López Lara, sino que seguramente le dará otra encomienda, al igual que a Lamas.
No son pocos los que se preguntan nombres y apellidos de posibles “sacrificados” postelectorales, y seguramente pronto los sabremos si como lo adelantó el pasado martes nueve, el Mandatario estatal hace una revisión de cada una de las secretaría y de las áreas para ver resultados…
Y quizás Sandoval Díaz debería de voltear a su gabinete económico, el que tiene como encomienda atender al sector privado de Jalisco que, al parecer y como estaba previsto, jugaron en contra en las pasadas elecciones, apoyando a quien habían apoyado hace tres años en la contienda por la gubernatura y que generó, incluso, una ríspida relación con el gobernador al inicio de su mandato: Enrique Alfaro Ramírez.
Tendrá, por lo tanto, que evaluar a José Palacios Jiménez, secretario de Desarrollo Económico, que no obstante que no es bien visto por las “cúpulas” empresariales, como lo han dejado ver ya con anterioridad al excluirlo de algunas reuniones donde por su responsabilidad debe de estar presenta, quizás no fue de mucha ayuda su labor.
Deberá evaluar también al secretario de Tecnología, Innovación y Ciencias, Jaime Reyes Robles, quien no obstante ser reconocido y respetado por el sector empresarial y haber sido invitado personalmente por el gobernador para formar parte de su gabinete, tampoco habría hecho lo necesario para que el sector privado se la “jugara” con el partido del Mandatario estatal.
Otro a evaluar será el secretario de Desarrollo Rural, Héctor Padilla Gutiérrez, quien desde el sector del campo tenía también la responsabilidad de atender como era debido a los industriales y empresarios del ramo.
Y, por supuesto, a quien forma parte del mismo sector privado, Enrique Ramor Flores, secretario de Turismo, de quien podríamos decir que, al menos eso se vio, hizo una estupenda labor de promoción turística del estado en beneficio de los prestadores de servicios turísticos, pero que tal vez fue insuficiente para satisfacer a los empresarios del sector.
Porque no sólo es parte responsable de la derrota el gabinete político y social, sino también el encargado de la agenda económica en favor de un sector privado que sólo de “dientes para fuera” manifiesta su apoyo al gobierno estatal, seguramente mientras sea en su beneficio directamente.
Así, pues, Aristóteles Sandoval aún tendrá tiempo para analizar detenidamente a cada uno de sus colaboradores y deberá, por tanto, corroborar quién cumplió con su trabajo y quien lo hizo también, pero políticamente operó a favor del adversario.
Al tiempo.