En las últimas semanas el ex gobernador Francisco Ramírez Acuña ha encabezado una serie de reuniones con un grupo de panistas heterogéneos que por el momento los une haber sido candidatos a algún cargo de elección popular, pero particularmente el no ser integrantes del conocido Grupo del Comité Estatal, que liderean Eduardo Rosales Castellanos y Octavio Esqueda.

Alrededor de una o varias mesas del restaurante La Estación de Lulio , en Providencia, se han sentado en los últimos días estos panistas que buscan obtener espacios en las candidaturas que estarán en juego para 2021, principalmente en aquellos municipios o distritos donde quienes mantienen el control del partido no cuentan con un perfil que les garantice el triunfo electoral o que sean competitivos.

De entrada, el mensaje que envía este grupo encabezado por Ramírez Acuña es que en sus planes no está contemplado ir en alianza con el partido alfarista Movimiento Ciudadano, proyecto en el que se desconoce aún si se mantendrán los rosalistas o no, pues hay voces que aseguran que electoralmente romperá su relación con el gobernador Alfaro, en tanto otras afirman que los compromisos existentes no permitirían esa división en el próximo proceso electoral.

Por lo pronto, en esas mesas de trabajo se han sentado el ex presidente municipal de Guadalajara, Fernando Garza Martínez, quien limó asperezas con el ex gobernador; el ex procurador emilista Tomás Coronado; el ex director del SIAPA, Rodolfo Ocampo Velázquez; el ex presidente municipal de Tlajomulco, Antonio Tatengo; el ex diputado Javier Arrieta; el ex diputado y ex aspirante a la dirigencia estatal panista, César Madrigal Díaz; el actual diputado federal y ex alcalde de Ocotlán, Absalón García; así como el ex regidor y ex dirigente del PAN en Zapopan, Alejandro Pineda, entre otros.

Entre los planes de este grupo está el realizar encuentros con militantes panistas de otros municipios para sumarlos a su causa, como sucedió hoy en Atotonilco, pero hasta el momento no se advierte que tenga entre sus propósitos disputarle el poder al grupo que lo ha mantenido durante muchos años y que controla candidaturas tanto a cargos de elección popular como a las mismas dirigencias estatal y municipales, particularmente las metropolitanas.

Pero será el tiempo y la penetración que logre este grupo, el que seguramente irá marcando la ruta que tomará el panismo en Jalisco con miras al 2021.