Sin duda alguna, con sus claroscuros,  José Socorro Velázquez Hernández cumplió una etapa como dirigente estatal del PRI. Su tarea: concluir el período que dejó vacante su antecesor Hugo Contreras y, en ese lapso, renovar las presidencias de los comités municipales de su partido.
Se destaca que todos estos procesos salieron de manera exitosa, sin problemas, sin pleitos, sin reclamos, sin protestas. Sí, así fue. Pero la confirmación de que se hizo una buena elección de dirigentes estará a prueba en los trabajos previos y durante las campañas para los cargos de elección popular que estarán en juego el año próximo.
El trabajo del “Coco” Velázquez fue hacia el interior. Hacia el exterior poco o nada se hizo sentir. Esa quizás era su tarea, su labor durante los meses que estuvo al frente del comité estatal priista.
Quien lo relevó en el cargo, Héctor Pizano Ramos, ya ha dado muestras de que la etapa que le corresponderá estar al frente del PRI en Jalisco será diferente. Y no es para menos si será el responsable de enfrentar el proceso electoral del 2018. Su actuación, sin descuidar lo interno, será hacia el exterior. Su trabajo consistirá en hacer sentir la presencia de su partido como partido de oposición en la zona metropolitana y como partido en el poder en todo el estado.
La salida de Hugo Contreras y la llegada de Velázquez Hernández no se sintieron; caso contrario la llegada de Pizano Ramos que ha marcado una enorme diferencia. No sólo en el discurso, en la retórica, sino en los hechos y las acciones. Hoy, frente a la fuerza de los gobiernos alfaristas del partido Movimiento Ciudadano, se advierte un PRI actuante, contestatario, que estará “pisándoles los talones” en la zona metropolitana como debe hacerlo cualquier partido de oposición frente al gobierno, independientemente de los colores de uno y otro.
Ayer, Héctor Pizano acudió al Instituto Electoral y de Participación Ciudadana a presentar una queja formal contra el Partido Movimiento Ciudadano “por la comisión de actos y violaciones a diversos ordenamientos legales referentes a la difusión de mensajes irresponsables, calumniosos, sin fundamento ni evidencia alguna hacia el Gobierno Estatal, encabezado por Jorge Aristóteles Sandoval Díaz”, refiere el partido en su comunicado de prensa.

“La queja -agrega el comunicado- refiere a diversos mensajes difundidos en las cuentas oficiales de Facebook y Twitter del Partido Movimiento Ciudadano, en el que acusaron al Gobernador del Estado de Jalisco por el desvío de recursos públicos por la cantidad de 17 millones 500 mil pesos del erario público, publicaciones reafirmadas por diversos actores políticos de dicho partido…”.

En su entrevista con los reporteros, Pizano declaró: “Esperamos que esto sirva para terminar este tipo de campañas que han sido la marca de Movimiento Ciudadano y sobre todo para que dejen de mentir y engañar a los ciudadanos…”.
Y sentenció:
“A partir de este momento, el PRI ya no dejará pasar estas estrategias de engaño que buscan confundir y desorientar a los ciudadanos que de la política esperan otras cosas…”.
No hay duda que éste, el que encabeza Héctor Pizano Ramos, es otro PRI. Un PRI que mira hacia el 2018 y que se prepara para enfrentar una “guerra” política en la que estaremos viendo escenarios donde no habrá tregua entre los dos principales contendientes y a la que, muy pronto, se sumarán otras fuerzas políticas como el PAN y el PRD.
Al tiempo.