Ante la vergonzosa caída de militantes en el Partido Acción Nacional, luego del descalabro electoral del pasado uno de julio que lo envío a la tercera posición a nivel nacional y en Jalisco, los dirigentes no pueden salir con el argumento simple aquel de: “se quedaron aquellos que realmente quieren al partido”.
O éste otro: “Se quedaron los que en verdad quieren trabajar por el partido”. O uno más: “Quienes se quedaron, son aquellos que verdaderamente viven la doctrina de Gómez Morín”. O éste de pena ajena: “Se fueron los que sólo buscaban una chamba en el gobierno…”.
Con estos argumentos no sabemos que es peor: si la caída en el número de militantes o esta pobre argumentación de sus dirigentes.
No. Estoy seguro que decidieron ya no reafiliarse al PAN muchos militantes que durante muchos años pertenecieron a este partido, muchos que hicieron talacha partidista, muchos que deveras creían en los principios panistas, muchos que creyeron que el PAN era realmente un partido diferente no sólo a los demás sino al PRI, que durante muchos años gobernó al país y que terminó sumido en vicios que lo llevaron a la derrota en 1995 en Jalisco y en el 2000 en el país, pero que vieron que su partido muy pronto los replicó a raíz de que llegó al poder.
Sí, sin duda alguna que muchos de esos panistas decidieron abandonar al PAN y no reafiliarse. Como también muchos de los otros, de los que, efectivamente, buscaban una chamba y vivir del erario público.
Pero Miguel Ángel Monraz, en Jalisco, debe de estar preocupado por los primeros, por aquellos que se asquearon del actuar de los panistas en el poder y de quienes hicieron de la “onda grupera” la fórmula más sencilla de hacer política.
Según los datos revelados ayer por el PAN en su página de internet, a nivel nacional al padrón de militantes cayó al 50 por ciento, cifra que se replicó aquí en Jalisco en el caso de los militantes activos, pero el porcentaje fue mucho más alto en el caso de los militantes adherentes.
De acuerdo a estas cifras, de 34 mil 801 militantes activos que había en Jalisco antes del programa de reafiliación, al cierre del mismo quedaron solamente 17 mil 187. O sea 17 mil 714 decidieron decir adiós.
En cuanto a los militantes adherentes, de los 125 mil 962 que se tenían registrados, finalmente la cifra descendió hasta los 9 mil 527. Esto es, 16 mil 435 decidieron no reafiliarse.
¿Cuánto tiempo pasará para que el PAN logre recuperar a los militantes que decidieron alejarse de un partido que perdió la identidad que lo hizo alguna vez el partido de oposición más importante del país y el primero en lograr llegar a la Presidencia de la República después de más de siete décadas de mando priista?
Pero no se trata de cuánto tiempo se llevará esa tarea sino cómo lo logrará, qué acciones, qué actitud, qué tarea deberá de asumir el PAN para recuperar el terreno perdido en tan poco tiempo en el poder.
Las dirigencias tienen la palabra. O lo rescatan o lo hunden más.