Hace algunos días me hacían ver la similitud entre las primeras acciones de Josefina Vázquez Mota, candidata del PAN a la presidencia de la República, con las que emprendió en su momento, también al arrancar campaña por la gubernatura, Emilio González Márquez.
La razón: que la “mano que mece la cuna” en la campaña de la panista Vázquez Mota es la misma que la “meció” en la campaña de González Márquez: Herbert Taylor Arthur.
Taylor Arthur aparece en la imagen cuando la ex Secretaria de Educación solicita su registro ante el IFE como candidata a la presidencia. Y ahí el sello “taylorista” se dejó ver: el resultado positivo de sus exámenes toxicológicos.
Pero no sólo eso. En sus “espots” y como lema de campaña, Vázquez Mota ofrece hacer un gobierno “diferente”, lo que para muchos es un deslinde del gobierno de Felipe Calderón.
Me recuerdan que hace seis años, Herbert Taylor le propuso  a González Márquez -y lo hizo- deslindarse, distanciarse del entonces gobernador Francisco Ramírez Acuña, así como hacerse y presentar públicamente su examen antidoping.
Ahora lo hizo Josefina Vázquez Mota.
El viernes, al iniciar Vázquez Mota su campaña, “la mano…” de Hebert se hace presente: la panista acude temprano a la casa donde ella nació en Puebla y es invitada a desayunar por la familia que ahora la habita.
Hace seis años, Emilio González arrancó su campaña pernoctando en una humilde casa de la colonia Ferrocarril, donde también desayunó con la familia anfitriona.
¿Coincidencia? No, es el inicio de una campaña cortada con la misma tijera.
Ojalá y algún día de esa campaña Josefina Vázquez Mota no se envalentone… ¡y nos mienta la madre!