Para el joven diputado sin partido Pedro Kumamoto Aguilar, todos los medios de comunicación, analistas y expertos que han opinado que el domingo cinco la figura del candidato “independiente” fue derrotada y, por ende, resultó un fracaso en estos comicios del 2016 están equivocados y mienten. Así, de manera general.
No obstante que los seis candidatos sin partido que contendieron por una gubernatura no ganaron y salvo el de Chihuahua que obtuvo el 18% de la votación, todos los demás obtuvieron apenas un 3% en promedio, para Kumamoto Aguilar quienes vemos y hemos comentado esta realidad no hacemos otra cosa que transcribir los boletines surgidos de las oficinas gubernamentales.
En su más reciente colaboración del pasado viernes 10 en el matutino “maspormas” titulado “No basta con sacar al PRI”, Kumamoto escribe:
“Las elecciones del domingo han dejado, aparte de sus tristezas, victorias, suspiros y mapachaje electoral, dos grandes ideas en los medios de comunicación y en la opinión pública que quisiera rebatir: “El papel de los independientes en estas elecciones fue desangelado” y, por otro lado, “El PAN está de regreso y es el gran vencedor de las elecciones del 5 de junio”. Estos dos mensajes son mentiras, se están repitiendo sin ton ni son por todo el país y deben ser puestos en su lugar.
“No es inusual que los medios repliquen los comunicados de manera oficialista, haciendo una transcripción completa de los boletines escritos en las oficinas gubernamentales o partidistas. Esto es grave, pues las ideas que se comunican son para favorecer la percepción de una administración, de un partido o para apuntalar los intereses de grupos políticos. Decir que a los independientes les va mal y que al PAN le va bien es un ejemplo de estos mensajes desde el status quo.
“Leo en muchos diarios -agrega Kumamoto-, que “a los independientes les fue mal en esta elección”. Qué frase tan reduccionista. ¿Hay algo que pueda aglutinar a las candidaturas independientes como para decir que a todas ellas les fue mal? Desde mi punto de vista, no. Las candidaturas independientes no son homogéneas ni persiguen las mismas propuestas, y tampoco defienden los mismos principios (en próximas columnas ahondaré en ello). Las diferencias entre ellas son muy claras y bastaría con recordar que en la Ciudad de México hubo candidaturas que repitieron los peores vicios de la partidocracia, pero también existieron candidaturas que buscaron innovar con ética, con plataformas virtuales o con programas que hoy no ocupan un espacio en la oferta política. Por eso, debemos decir no: los independientes no somos una colectividad política, tampoco somos un partido en ciernes, no hay acuerdo entre todos y, por eso, en todo caso perdieron algunas candidaturas, pero es falso que “los independientes” tuvimos un descalabro el domingo”.
Ya más adelante en su texto se refiere a la que según él es también una falsedad de los medios de comunicación: que el PAN haya sido el gran ganador de la jornada electoral pasada. Pero ese es otro tema.
Me llama la atención que de manera simplista Kumamoto achaque las opiniones o análisis sobre la derrota de los “independientes” el que los medios replican los comunicados de manera oficialista. En la mayoría de los medios nacionales y locales he leído análisis y opiniones de destacadas “plumas” -muchas de ellas partidarias de los candidatos “independientes”- que coinciden en lo que Kumamoto califica de mentiras.
¿Deveras será que los columnistas y articulistas de los diversos medios de comunicación del país y de las más variadas tendencias no sólo se hayan puesto de acuerdo para coincidir en lo que todos vimos el domingo cinco, que fue la derrota de los “independientes” que apenas si ganaron nueve, diez u once espacios en alcaldías o diputaciones locales,  sino para acatar y replicar los comunicados oficiales como dice Kumamoto?
Kumamoto se equivoca cuando asegura que “(los independientes) no somos una colectividad política”. Por supuesto que son una colectividad (conjunto de personas que persiguen un mismo fin o tienen intereses comunes) política (buscar el bien común) desde el momento mismo en que son candidatos y posteriormente ocupan un cargo de elección popular. ¿O qué entenderá el joven político por “colectividad” y por “política”? ¿Creerá que la política sólo es la que hacen los partidos políticos y que la “colectividad” son únicamente quienes son militantes de éstos?
Considero, por tanto, muy temerario por parte del joven Kumamoto decir que mentimos todos -a lo largo y ancho del país- quienes consideramos que las candidaturas “independientes” fracasaron o perdieron el pasado domingo cinco. Ojalá y haya leído ayer lunes en Mural los textos de Juan García de Quevedo o de Jesús Silva-Herzog Márquez, quien desde la perspectiva del novel político son unos mentirosos por lo que escribieron.
No podíamos esperar algo diferente de Kumamoto que salir a defender la figura del “independiente”, mal haría si no. Pero calificar de “mentirosos” a quienes no coincidimos con la película que él vió el domingo antepasado, creo que ya es otro cantar.
Por último, confieso que en el texto de Pedro Kumamoto advertí un cierto “tufo” de lópezobradorismo, donde sólo él tiene la razón. Los demás mentimos y estamos equivocados, y quizás hasta para él respondamos a los intereses de “la mafia del poder”. En fin.