Tuvieron cuatro meses de plazo -a partir de que fueron electos (1 de julio) al día en que asumieron el cargo (1 de noviembre)- para elaborar una Agenda Legislativa realizable y congruente qué ofrecer a la ciudadanía, y parece que la fracción parlamentaria del PAN terminó por hacerla “al cuerto para las doce” y “sobre las rodillas”.
No es posible que una Agenda Legislativa de un partido como Acción Nacional tenga tantos tintes de demagogia como lo demostraron ayer sus integrantes en una rueda de prensa, encabezada por su coordinador Gildardo Guerrero.
Presionados quizás por “presiones externas” e “intereses turbios”, los diputados -no sólo panistas, vale aclararlo- se “apanican” cuando los reporteros los cuestionan sobre su postura frente a la Auditoría Superior del Estado, y se les “suelta la lengua” queriendo quedar bien con quien sabe quién o porque quizás ellos tengan esos “intereses turbios” que denunció el ex diputado Roberto Marrufo Rodríguez.
Y antier los diputados panistas no fueron la excepción en este tema.
En su Agenda Legislativa, los diputados del PAN proponen crear un organismo colegiado para la rendición de cuentas gubernamentales, ignorando por completo lo que establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Y por si eso no fuera suficiente, de viva voz el coordinador Gildardo Guerrero dio una cátedra de demagogia al decir y “cantinflear”:
“Queremos una  auditoría ciudadana, una auditoría en la cual todos podamos confiar y no solamente una persona que tenga suprapoderes, sino que rinda cuentas como debe de ser” (sic y recontrasic).
Pero no todo quedó en el caso de la ASEJ, sino que se siguió de largo. Aseguró que su fracción pretende reformar el Poder Legislativo “y despolitizar” los nombramientos del secretario general del Congreso y la designación de funcionarios del Instituto de Transparencia ITEI), del Instituto Electoral (IEPC) y de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH)…”.
Ya queremos ver a la bancada panista dejando a un lado sus intereses partidistas en la elección de los titulares de todas estas dependencias. Ya queremos ver qué piensan de esto sus compañeros panistas de partido que tendrán un interés particular en apoyar, con la visión partidista, a tal o cual aspirante a uno de estos cargos. Ya queremos ver qué opina su dirigente estatal, Miguel Ángel Monraz. Ya queremos saber qué opinarán las cabezas de las diversas corrientes internas.
No estaría mal que Gildardo Guerrero -al igual que los demás coordinadores parlamentarios-, se serene, se tranquilice y piense con toda la frialdad necesaria, y con toda calma, las declaraciones que hará ante los medios para no seguir abonando a la demagogia apenas asumiendo su cargo.
Y de lo que dijo sobre la fiscalización, lo abordaremos más tarde.