“La espera fue larga. La espera terminó”, expresó ayer Jorge Aristóteles Sandoval Díaz al abrir su discurso político que emitió en el Patio Mayor del Instituto Cultural Cabañas ante la familia priista y otros invitados especiales, luego de rendir protesta como gobernador ante el pleno del Congreso del Estado.
Y agregó:
“Hoy iniciamos la transformación de nuestro estado. Un cambio del que nacerá una era de bienestar que heredaremos a nuestros hijos y nietos. Una renovación que traerá orden y certeza para todos. Un cambio que tocará las puertas de tu casa y te devolverá la esperanza perdida”.
Y ya casi para concluir su intervención, ante 20 gobernadores y la plana mayor de su partido a nivel nacional, subrayó:
“La espera terminó. Hoy hablemos a Jalisco sin pretextos ni titubeos. No permitiremos nunca más el atraso ni los sueños olvidados…”.
Habrá que guardar estas palabras -y el texto completo, por supuesto-, durante cinco años nueve meses que durará su gestión para, entonces, contrastarlas con la realidad que le entregue a los jaliscienses en ese momento.
Porque entonces sabremos si por muy larga que haya sido la espera para los priistas, valió la pena para quienes habitamos Jalisco y deveras viviremos en un estado transformado -para bien, claro-, si nuestros hijos y nietos gozan del bienestar prometido, si la renovación arrojó orden y certeza para todos y si realmente el cambió tocó las puertas de nuestros casas y recuperamos la esperanza perdida.
Tras 18 años -sí, seguramente para los priistas fue una eternidad, acosumbrados a tener el poder por más de siete décadas-, de estar fuera del gobierno estatal, hoy los priistas tienen el reto, con Jorge Aristóteles como responsable de el Ejecutivo, no sólo de continuar con lo que bien hicieron los gobiernos panistas en tres sexenios sino corregir lo que hicieron mal y hacer bien aquello que éstos dejaron de hacer.
El listado de promesas y compromisos que se echó a cuestas el entonces candidato Sandoval Díaz durante su campaña y los que enumeró con nombre y números el ahora gobernador en su discurso en el Patio Mayor del Instituto Cultural Cabañas, debemos verlos convertidos en realidad a lo largo de estos pocos años y meses que tendrá la responsabilidad de colocar, nuevamente, a Jalisco en los primeros lugares del concierto nacional.
De Jorge Aristóteles Sandoval Díaz y de su equipo -que seguramente el que inicia no será el mismo que concluya- dependerá que el regreso del PRI al poder no sea “flor de un sexenio”, porque hoy la sociedad de los 80’s no es la misma que la del nuevo milenio.
Por lo pronto, guardaremos las 14 cuartillas de su discurso, para contrastar su contenido con el Jalisco que nos entregue cinco años nueve meses después.