A excepción de Ramiro Hernández García, presidente municipal de Guadalajara, Héctor Robles Peiro, Alfredo Barba Mariscal, Jorge Arana Arana, Ismael del Toro y Joel González, alcaldes de Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá, Tlajomulco y El Salto, tienen una característica que los hace común: no son novatos en la administración municipal.
Y ante ello, en el marco de los informes de gobierno que en estos días rinden los ediles, vale preguntarse: ¿Tienen justificación que no den resultados en su primer año de gobierno?
Robles Peiro tiene siete años en la administración municipal: tres años como regidor en el gobierno de Juan Sánchez Aldana, tres como secretario de Desarrollo Social con Héctor Vielma Ordoñez y a punto de cumplir un año como presidente municipal.
Barba Mariscal está por cumplir cuatro años en el gobierno municipal: tres como secretario general en la administración de Miguel Castro Reynoso y  apunto de cumplir uno como alcalde.
Arana Arana repite por segunda ocasión como presidente municipal, sin contar que ya ocupó otros cargos en la administración municipal como Tesorero, por ejemplo.
Del Toro fue durante los tres años del gobierno de Enrique Alfaro Ramírez, secretario general y hoy a punto de cumplir un año al frente del Ayuntamiento.
Joel González repite como presidente municipal, amén de haber ocupado también algunos otros cargos municipales.
Claro que no se justifica que Hernández García no dé resultados en su primer año de gobierno, pero sin duda que sus homólogos de la metrópoli le llevan ventaja por una simple razón: Jorge y Joel ya conocen el terreno que gobiernan como la palma de su mano, pero Héctor, Alfredo e Ismael no sólo conocen el terreno sino los problemas que enfrentan los municipios que gobiernan, pues formaron parte de la administración que los antecedió.
Eso los hace corresponsables de no haber solucionado en parte dichos problemas, pero los obliga a ser responsables que a no pocos de ellos no les hayan podido dar solución en estos primeros meses de gobierno, al rendir su primer informe de gobierno.
Vamos, no llegaron a conocer el terreno y sus problemas. Ambos ya los conocían y, por ello, están obligados a solucionarlos.
Incluso, los tres fueron funcionarios claves de los gobiernos anteriores, de ahí que el compromiso de dar resultados inmediatos es mayor y no pueden dar pretextos para no hacerlo.
De alguna manera, quiérase o no, los gobiernos de Héctor, Alfredo e Ismael serán gobiernos de seis años. Ahora resta esperar sus resultados cuando cumplan 12 meses al frente de ellos, y confirmar qué tanto avanzaron en resolver el rezago de los problemas heredados de una administración de la que fueron parte… y parte importante.