La primera “prueba de fuego” del recién designado secretario general de Gobierno, Roberto López Lara, será la reforma político-electoral que se “cocina” en el Congreso del Estado y del que, de hecho, ya tomó nota.
Sin embargo, “El Chino” López toma este tema prácticamente comenzando de “cero”, pues quien tuvo las negociaciones iniciales con las diversas fuerzas políticas estatales fue su antecesor, Arturo Zamora Jiménez, y difícilmente creemos que le haya dejado a su sucesor una bitácora de este asunto a retomar frente a los partidos y fracciones parlamentarias de oposición.
Sin duda que un papel primordial en la discusión-negociación de la reforma poítico-electoral tendrá López Lara, amén de la labor que tendrá que realizar el coordinador de la bancada priista Rafael González Pimienta, frente a una exigente oposición que está dispuesta a sacarle la mayor ventaja a dicha negociación.
En la discusión-negociación de la reforma político-electoral estará a prueba la habilidad y capacidad de negociación del nuevo secretario general de Gobierno, porque ahora que se está “al cuarto para las doce” para sacar esta reforma político-electoral, la oposición querrá sacar la mayor ventaja posible, cosa por demás natural.
En este escenario parece que el PRI-Gobierno ha sido colocado contra la pared por la oposición y hay visos de que podría ser la ganadora en esta discusión-negociación, pues al parecer ha faltado operación política desde el Ejecutivo en esta materia a partir de que Arturo Zamora anunció que dejaría el cargo.
Un punto que para el PRI es trascendental es el que se refiere a la sobrerepresentación, pues en el proyecto se establece que todo aque partido político que obtenga el tres por ciento de la votación tendrá, de entrada, un diputado plurinominal, lo que hace seguro la llegada de un diputado del PAN, PRI, PRD, PVEM, PMC y posiblemente hasta de MORENA, si obtiene su registro.
Con esto, quedarían por repartirse 13 curules plurinominales entre los partidos políticos bajo una fórmula que hoy es incierta, que no está claro cómo se ejecutará.
Y es que, de entrada, no habrá reducción en el número de diputados. Continuarán siendo 39, 20 de ellos de mayoría relativa y 19 de mayoría proporcional.
Otro punto a discutir es si los 19 legisladores plurinominales llegaron por la vía mixta: de lista y de “repechaje” o simplemente de lista como lo impulsa el PRI.
Pero estos son algunos de los muchos puntos que están ya sobre la mesa de discusión-negociación entre los partidos políticos representados en el Congreso del Estado y la secretaría general de Gobierno.
Y estos y otros puntos más a discutir, son los que los priistas esperan que sus operadores -Rafael González Pimienta y Roberto López Lara-, logren sacar con ventaja para el partido en el gobierno, aunque sin duda la oposición se mantendrá firme en aquello que a cada partido que la conforma le sea ventajoso.
Por eso es que la reforma político-electoral será la primera prueba de “fuego” para “El Chino” López.