Una fuerte sequía deja sentir sus efectos en la zona alteña de la entidad. Desde octubre del año pasado las lluvias están debajo del promedio ocasionando severos daños a la agricultura de temporal y ganadería.
Otros efectos son los incendios forestales y las altas temperaturas mientras escasea el agua en  municipios como Tepatitlán, San Juan de los Lagos y Encarnación de Díaz, entre otros.
El que no llueva a tiempo y suficiente significa la pérdida del empleo y la cosecha de los productos que conforman la dieta básica de centenares de familias: maíz, frijol y chile.
Las organizaciones campesinos y técnicos exigen programas urgentes en auxilio de las actividades primarias.
En contraste la Secretaria de Desarrollo Rural (SEDER), no ha emitido política establecida oportunamente para respaldar a los agricultores y ganaderos estatales.
Para no depender todavía más de los productos básicos del exterior y evitar una escalada de precios.
Comienza a llover, poco; pero el daño ya esta hecho.