Ya en alguna ocasión subrayé la extrañeza de que un diputado independiente como Pedro Kumamoto -al igual que el federal Manuel Clouthier- emprenda una campaña a todo vapor para promover que los partidos políticos reciban financiamiento público todos los años como hasta ahora -aunque con una fórmula que reduce el monto-, y no haya apostado por apoyar y promover la propuesta del gobernador Aristóteles Sandoval de que esos recursos los reciban únicamente en años electorales.
A la propuesta de Aristóteles, Kumamoto pudo haberle sumado la que rescató del archivo y cuya autoría es de los alfaristas, para que los partidos políticos no reciban financiamiento en años no electorales y cuando lo hagan, sea como lo plantea el joven político: en función de los votos emitidos y no del padrón electoral.
Pero no. Quiere llevarse los aplausos solo -quizás compartiéndolos con uno de sus iguales: Clouthier- y para ello ha emprendido un activismo que lo ha llevado a incurrir en contradicciones, manipulaciones y mentiras que no para todos pasan desapercibidos.
La primera contradicción es la marcada líneas arriba: un diputado independiente que hace activismo a favor de que los partidos políticos sigan recibiendo fianciamiento público, mucho o poco, pero siempre, todos los años, haya o no elección.
Otra contradicción, o al menos confusión, es la que a través de su cuenta de Twitter señala una joven estudiante del CUCEA de la Universidad de Guadalajara quien subraya que Pedro Kumamoto “menciona que nos enamoremos de la democracia y uno de sus puntos (de su promoción de “sin votos no hay dinero”) es el voto nulo, really?”.
Y es que, efectivamente, en sus promocionales se lee: “Voto nulo pasa a ser una herramienta de protesta más efectiva”. O sea, el diputado independiente destaca que protestar anulando el voto es realmente efectivo, aunque quizás el propósito de esta frase pudiera ser otro, como el que este voto tampoco contaría para darle recursos públicos a los partidos. Pero no se trata de “qué quise decir” sino “qué dije”.
En los mismos promocionales impresos, Kumamoto incurre en una falsedad al señalar que “gracias a tu presión se aprobó (en el Congreso del Estado) por unanimidad (su iniciativa “sin votos no hay dinero”) para enviarse a la Cámara de Diputados Federales”. La verdad es que dicha iniciativa se aprobó por un acuerdo político de la Junta de Coordinación y de todas las fracciones parlamentarias, al igual que sucedió con la iniciativa de Sandoval Díaz para que en San Lázaro se modifique la Constitución federal en donde se obliga a los estados darle financiamiento a los partidos políticos.
No hubo presión ciudadana de por medio para que se aprobara enviar la iniciativa de Kumamoto a San Lázaro. ¿O nos podrá decir el diputado independiente cómo fue esa “presión” y el resto de los diputados confesarnos si realmente su voto a favor fue por esa presunta “presión” ciudadana que los habría colocado contra la pared?
Otra mentira más que los promotores de Kumamoto incluyen en el video de promoción es el decir que el diputado independiente fue quien logró que se quitara el fuero a los funcionarios públicos en Jalisco. ¿Así o más descarada la mentira?
No olvidemos que ya nos quiso engañar con decir que sólo cobraría el 30% de su sueldo como diputado, cuando cobra el 100% aunque por voluntad propia decidió donar el 70% de esos recursos. Pero de que cobra y cuesta lo mismo que el resto de los 38 legisladores, es cierto.
Sin duda que Pedro Kumamoto ha sentado precedente e hizo ya historia en el país, no solo en Jalisco, al ser el primer ciudadano que logra convertirse en diputado local y llegar al Congreso del Estado sin la postulación ni apoyo de un partido político, pero su inexperiencia y ambición lo están llevando a cometer los mismos errores que cometen todos los políticos: creer que la tierra gira alrededor de ellos.
No dudo que todo lo anterior responda a un proyecto político que va más allá de Pedro Kumamoto, pero no podemos dejar de señalar las contradicciones y mentiras con las que se pretende engañar a la ciudadanía.