Mientras hay voces que insisten en ver al Auditor Superior como causa de todos los males de la fiscalización en Jalisco, movidos más por intereses muy particulares que he referido ya en Marcatextos y en mi columna Entre Semana a lo largo de estos años,  el titular de la Auditoría Superior del Estado (ASEJ), Alonso Godoy Pelayo, ha enviado interesantes señales de dónde están realmente las causas de lo que a él se le achaca, en una entrevista publicada por el períodico Mural.
Sus detractores y los actuales diputados locales deberían de leer detenidamente -y quizás en varias ocasiones- cada renglón de lo que responde el auditor superior a no pocas de las preguntas que le plantea el periodista Francisco de Anda, pues ante la locura que les ha invadido de querer quedar bien con los “ciudadanos” -y no me refiero a los del partido alfarista-, podrían terminar desbarrancándose. Pero eso ya lo veremos al tiempo.
Una de estas preguntas es si “no se vicia un funcionario con ese tiempo (12 años) en el cargo”, a lo que Godoy Pelayo responde que “quitaría a lo mejor el término vicio, yo creo que a lo mejor la monotonía o a lo mejor el hartazgo como tal. El problema no es, en muchas ocasiones, la persona sino la norma, por las condiciones que prevalecen al respecto”. Primer aviso.
Otra pregunta: “Una evaluación del IMCO y el CUCEA ponen a Jalisco en los últimos lugares en la evaluación de su marco normativo. ¿Qué opina? La respuesta: “Precisamente es a lo que me refiero, no se está evaluando a la Auditoría Superior del Estado, evalúa el marco normativo que rige a la Auditoría Superior del Estado”. Segundo aviso.
Una más: “¿Es responsabilidad de los diputados?” La respuesta: “Podría decir que es responsabilidad de alguien, pero no de la Auditoría Superior y mucho menos del Auditor Superior”. Tercer aviso.
La pregunta: “¿Se va con la conciencia tranquila?”. La respuesta: “Totalmente. Yo no determiné estar aquí, yo no me autonombré, yo no me autoimpuse…”. Cuarto aviso.
Otra pregunta: “¿La ASEJ tendría que hacer auditorías de desempeño?” La respuesta: “La Auditoría debería hacer auditorías de desempeño, tienen que hacerse porque hay la ausencia de, y el reclamo es de que no se hacen. Si no lo hace el que está obligado a hacerlo, alguien lo debe de hacer”. Quinto aviso.
La pregunta: “La mayoría de los estados ya lo hace, ¿por qué nos hemos quedado atrás?” La respuesta: No lo sé. Sería importante preguntar a quienes tienen la obligación de hacer el marco normativo”. Sexto aviso.
Una pregunta más: “¿Qué cosas no hizo bien Alonso Godoy?”. La respuesta: (…) Tal vez el Sistema Informático Estatal de Auditoría debió iniciar hace ocho años porque la ley lo contempla desde entonces. Pero no inició por una razón: porque quien está obligdo a proporcionar los recursos nunca los proporcionó, no obstante que se pidieron”. Séptimo aviso.
La pregunta: “¿Es esta Auditoría Superior una lavandería de cuentas públicas, como se ha señalado?”. La respuesta: “Lo niego rotundamente. La Auditoría sólo toma parte en el proceso amplio de auditoría pública y sólo realiza la primera parte, no la última palabra. Nuestros informes están puestos a consideración (del Congreso). La ASEJ no resuelve o rechaza una cuenta pública”. Octavo aviso.
La pregunta: “El rector del ITESO, José Morales, propuso en el Secretariado Técnico del Gobierno Abierto, que no sea el Congreso el que tenga la última palabra en la resolución de las cuentas públicas. ¿Comparte la opinión?”. La respuesta: “Estos planteamientos (…) hay que plantearlos ante la instancia correspondiente. Es pérdida de tiempo plantear un tema importante ante la instancia que no es la competente. Este planteamiento (…) no es aquí ni en Gobierno Abierto. Modifíquese el marco constitucional federal en donde se le elimine a los Congresos de los estados la facultad de la fiscalización”. Noveno aviso.
La pregunta: “¿Se arrepiente de haber construido el edificio de la ASEJ que ha sido calidicado como ostentoso?”. La respuesta: “Si el edificio es ostentoso, antifuncional, caro, que lo pongan en venta y que se regrese la Auditoría Superior a las instalaciones que se tenían en Prolongación Alcalde, que fueron aquellas en donde inicié mi gestión en agosto del 2004. (…) Y con el recurso que se obtenga, se construya exactamente una instalación igual”. Décimo aviso.
¿Alguien pondrá desmentir al auditor superior en cada uno de estos ¡diez avisos! que anota en igual número de respuestas que da en esta entrevista? Sólo es cuestión de saber de qué está hablando para entender dónde está el problema de la fiscalización en Jalisco, que muchos ignorantes -por voluntad propia o por intereses de ambición personal- insisten en señalar que está en la persona de quien es titular de la Auditoría Superior del Estado.
Pero sin duda el tiempo pondrá a cada quién en su lugar, como ya se ha encargado de hacerlo.