Cuando los reporteros le preguntaron el lunes pasado al auditor superior, Alonso Godoy Pelayo, qué opinaba de la iniciativa de la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas del Estado de Jalisco, el funcionario respondió:
“La verdad, estoy entretenido en cosas más importantes…”.
Estas ocho palabras, aunque usted no lo crea, despertaron la furia del diputado Guillermo Martínez Mora -quien fiel a su papel de ex presidente de la Coparmex no oculta su obsesión y odio hacia el Auditor Superior, como dos ex presidentes más de quienes lo sucedieron en la dirigencia del sindicato patronal-, la queja del presidente del Congreso del Estado, el diputado alfarista Clemente Castañeda Hoeflich, y la irritación de algunos diarios matutinos.
Estas ocho palabras, por ejemplo, le bastaron al periódico “Milenio” -obsesionado también con la figura de Godoy Pelayo-, para darle su titular principal con el siguiente engañoso texto: “El auditor Alonso Godoy desdeña al Itei y Congreso”. Y como es su costumbre, el matutino dio seguimiento al tema y al día siguiente le dio nuevamente su titular principal con otro engañoso encabezado: “Critican desdén del auditor a la fiscalización”.
Pero si eso no fuera suficiente, el diputado Martínez Mora convocó para hoy por la mañana a una rueda de prensa cuyo tema es… “Respecto a las declaraciones emitidas por el Auditor Superior”. ¡Hágame usted favor!
Sí, leyó bien: el diputado Martínez Mora ha convocado a todos los medios de comunicación a una rueda de prensa para hablar de las ocho palabras expresadas por el Auditor Superior. O a menos que se refiera a lo dicho por Godoy Pelayo respecto a que el Instituto de Transparencia le solicitaba hiciera públicos asuntos que no corresponden a la ASEJ como… ¡Juicios Políticos…! ¡Juicios de Procedencia…!
Pero nos llama aún más la atención el enojo de Martínez Mora y Castañeda Hoeflich sobre lo dicho por el Auditor Superior, al pretender o exigirle que hable de algo que no conoce porque los diputados, ambos miembros del Bloque Opositor que elaboró dicha iniciativa, no le han hecho llegar el documento.
El propio Clemente reconoció que han entregado dicha iniciativa al Auditor -según publicó Milenio-, pero le recriminó que no accese a la página de internet del Congreso para enterarse de qué se trata; mientras que Martínez Mora exigió que el Auditor debería de estar interesado en la iniciativa que él y otros diputados elaboraron porque ella “permitiría cambiar la mala imagen que tiene la Auditoría Superior y el mismo Godoy Pelayo”, publicó Milenio.
A reserva de que este asunto -la obsesión en contra del Auditor Superior- debería ser atendido por un especialista en psiquiatría, la furibunda reacción de los legisladores por las ocho palabras del Auditor Superior nos lleva a hacer algunos apuntes:

  • Si tanto les importa la opinión del Auditor Superior en este tema, ¿por qué no le pidieron su parecer, su opinión o su aportación antes de elaborar la iniciativa?
  • ¿Cómo quieren que opine de una iniciativa cuyo documento no le han hecho llegar formal y oficialmente como debe de ser entre instituciones?
  • Si les interesa su opinión ya elaborada la iniciativa, ¿por qué no se la han hecho llegar? Apuesto a que a 48 horas de su declaración, no lo han hecho ni Martínez Mora ni Clemente Castañeda.
  • Si el Auditor Superior emitiera su opinión sobre la iniciativa, ¿sería tomada en cuenta para, en un momento dado, modificar la iniciativa como lo hizo el perredista Enrique Velázquez al de la marihuana cuando se convenció de que los jaliscienses se oponen al incremento legal al gramaje?
  • ¿Les serviría de algo que el Auditor Superior analizara dicha iniciativa, aunque cuando no es diputado para hacerlo ni ese análisis les servirá o será tomado en cuenta por los diputados?
  • ¿Por qué el Auditor Superior debe preocuparse y atender una iniciativa cuyo futuro sólo corresponde definirlo al Congreso del Estado?
  • ¿Por quñe el Auditor Superior debería deprestarle atención a una iniciativa que aun no es Ley y que nadie asegura que vaya a ser aprobada, dejando a un lado su responsabilidad a la que debe de concentrarse al cien por ciento?
  • Si el Auditor Superior opinara sobre esta iniciativa, ¿no le dirían los diputados que por qué se mete en un asunto que es estrictamente responsabilidad de ellos?
  • Si tanto les interesa la opinión del Auditor Superior sobre este tema, ¿por qué no lo han buscado o comunicado con él, y reaccionan alterados a las ocho palabras que les dijo a los reporteros, pretendiendo hacer todo como siempre lo han hecho buscando los reflectores a través de los medios de comunicación?

No hay duda, pues, que la obsesión demostrada hacia el Auditor Superior es preocupante y de tal magnitud, que el daño a mil cien casas y 200 automóviles, así como la gran cantidad de damnificados que dejó la tormenta del martes pasado es un tema irrelevante para nuestros legisladores.
Para ellos lo trascendente es la poca importancia que el Auditor Superior le da a su gran “obra maestra” que creen cambiará la historia de Jalisco.
Ver para creer.