Luego de ser la sensación para los medios escritos y electrónicos de cobertura nacional, por ser el primer gobernador que se atrevía a enfrentar al gobierno federal y recriminarle desde la plaza pública -la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres- al mismísimo presidente Andrés Manuel López Obrador, ayer el gobernador Enrique Alfaro Ramírez cayó de la gracia de los periodistas que participan en el programa de análisis Tercer Grado, en Televisa.

Denise Maerker, Raymundo Rivapalacio, Carlos Loret de Mola y el moderador Leopoldo Gómez, no tuvieron consideración del mandatario jalisciense ante el silencio aprobatorio de los demás participantes: Joaquín López Dóriga, René Delgado y Leo Zuckerman, al hablar del tema de la Oposición en México frente al gobierno de López Obrador.

Quien abrió una severa crítica en contra del gobernador Alfaro fue Denise Maerker, la primera al micrófono, quien tras subrayar que hoy la oposición perdió peso y no aporta en los debates, tomó al gobernador de Jalisco como ejemplo de lo que pudo ser y no fue. Dijo textualmente:

“Alfaro apareció como personaje carismático, fuerte, como gobernador de Jalisco, y de repente, en plena discusión nacional sobre corrupción, cuestiones incluso de… austeridad, resulta que sale en televisión, aparece en unas fotografías sentado en la primera fila de un partido, en Estados Unidos, de basquetbol que cuestan un dineral, se filtra que se los regaló un empresario, que por eso pudo sentarse ahí, él luego da la explicación, una explicación increíble, de cuánto le costó…

“Resulta que en este instante en que estamos hablando de corrupción, de austeridad, de conflicto de intereses, una de las figuras públicas que aparecen, se da un balazo público al aceptar o una invitación o sucumbir a un gusto absolutamente lujoso como es irse a sentar en un partido… Yo no veo a ninguna de estas figuras (Enrique Alfaro y Javier Corral) consolidándose, por eso veo una ausencia absoluta de oposición…”.

Luego el moderador, Leopoldo Gómez, acotó: “Alfaro iba despuntando y no flocere…”.

En su turno, el columnista de El Financiero, Raymundo Rivapalacio, no fue menos duro en su crítica al gobernador de Jalisco. Dijo: “Alfaro es la frivolidad del viejo régimen… Es una tontería política (ir a un partido de basquetbol y sentarse en primera fila).. ¡Que cometa un error político de esta naturaleza”?, se cuestionó un poco extrañado el periodista.

Sin embargo, Rivapalacio dijo que como oposición “no hay que descuidar a Movimiento Ciudadano, pese a Alfaro (…), pues logra convocatoria para atraer a personas de otros partidos. No hay que descuidarlo…”.

Y finalmente Carlos Loret de Mola le dió la “puntilla” a Alfaro Ramírez al expresar que “lo de Alfaro radiografía buena parte del estado de la oposición en este país”.

Así, pues, todo parece indicar que con su aparición en las pantallas ocupando las primeras filas del estadio durante el partido entre los Lakers y los Pelícanos, allá en Los Ángeles, California, y las contradicciones con su compañera de partido y diputada Mirza Flores, quien reveló que los boletos los había pagado un empresario tequilero, el gobernador Enrique Alfaro perdió ante los medios de cobertura nacional el terreno que había ganado como contrapeso al gobierno de López Obrador y pasó a ser uno más de los gobernadores del país.

Denise Maerker lo dijo claramente: “No hay voces competentes para contrastar las políticas del presidente López Obrador. La oposición está prácticamente inexistente y perdió peso”, y de Alfaro y Corral resumió: “Muy rápidamente muerieron en la opinión pública”.