Trascendió que anteayer miércoles el dirigente del Movimiento Territorial, Rubén Vázquez, acudió a entrevistarse con el gobernador Jorge Aristóteles Sandoval Díaz. Del contenido del encuentro y su resultado nada se sabe.
Pero a donde no acudió el también aún aspirante a la dirigencia estatal del PRI -al menos no se conoce cosa contraria- fue ayer al curso que aplica y califica el Instituto de Capacitación y Desarrollo Político (Icadep) que es uno de los requisitos marcados por la convocatoria que deben de cumplir los prospectos a suceder a José Socorro Velázquez Hernández.
Tampoco lo hizo el dirigente del capítulo Jalisco del Movimiento Nacional Tecnológico Universitario (Montu) y también aspirante a la presidencia del comité estatal priista, Leobardo Alcalá Padilla.
Si lo hizo el tercer aspirante Héctor Pizano Ramos, al igual que las dos precandidatas a la secretaría general, Mariana Fernández Ramírez, quien actualmente ocupa este cargo, y  Alhía Sánchez, secretaria general de los jóvenes priistas.
Al ausentarse Leobardo Alcalá y Rubén Vázquez de este curso con lo que, por lo tanto, no cubrirán uno de los varios requisitos marcados en la convocatoria, es un hecho que no se registrarán como candidatos a presidir el PRI Jalisco porque, además, todo indica que tampoco lograron sumar las firmas de apoyo necesarias que establece la misma convocatoria.
De esta manera el próximo lunes sólo acudirá a registrarse Pizano Ramos, y al ser candidato único no se celebrará el proceso de elección programado para el nueve de abril y, por lo tanto, será proclamado como el nuevo presidente del comité estatal del PRI, cargo que asumirá el día 13 de abril.
De ser así, quedará sólo esperar que no haya impugnación al proceso como se ha amagado que sucederá, aunque quizás sólo sean deseos de quienes esperaban lograr mayores ganancias en un proceso en el que los tres aspirantes aceptaron las reglas del juego.