Mientras los magistrados del Tribunal Electoral del Estado están en espera de conocer cuál será su futuro, sus colegas consejeros del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) quieren “amarrar” un espacio con miras al próximo proceso electoral del 2015.
De los siete consejeros integrantes del Consejo General del IEPC, cinco de ellos se registraron para ser considerados por el Instituto Nacional Electoral para integrar el nuevo órgano que estará al pendiente de los comicios locales. Los dos restantes ya no se inscribieron, aunque uno sí lo hizo para ser magistrado.
Hasta el momento, sólo se sabía de la situación de tres consejeros: 1. La del actual presidente, José Tomás Figueroa Padilla, quien decidió ya no registrarse y cuyas causas son variadas, según los trascendidos. 2. La del consejero Everardo Vargas Jiménez, se registró para integrar el nuevo Tribunal Electoral del Estado, ahora dependiente del INE y no del Poder Judicial y 3. La del consejero Juan José Alcalá Dueñas, quien se registró para ser considerado a mantenerse en el cargo.
Pero resulta que el resto de los consejeros también hicieron lo propio… o más.
Es el caso de la consejera María Virginia González Villalvazo, quien habría “prendido” dos veladoras: una, para repetir como consejera y otra para dar el “salto” a ser magistrada.
Y el resto de los consejeros finalmente también se habrían inscrito para continuar como responsables de las elecciones estatales. Es el caso de  Jorge Alberto Alatorre Flores, de Olga Patricia Vergara Guzmán y de Rubén Hernández Cabrera.
¿Cuántos de ellos lograrán convencer a los consejeros nacionales del INE, quienes tienen en sus manos dichas designaciones?
Se asegura que el grupo que encabeza como presidente Lorenzo Córdova, busca que los integrantes de los órganos electorales locales cubran un perfil académico, de ahí que varios de los actuales consejeros tendrán que hacer un repaso a su cuurículum y checar si tienen maestrías o cuando menos algún diplomado que les “llene el ojo” a quienes definirán quién se queda y quién se va.
Esperemos, pues, poco tiempo para conocer el futuro de los aun consejeros electorales.