Entre los grandes perdedores de las elecciones del 7 de junio pasado están los medios de comunicación tradicionales: fueron derrotados por los nuevos medios sociales.
Prensa escrita, radio y televisión (abierta o por cable) mostraron en este proceso electoral la muy disminuida influencia que tienen ya en la sociedad y su poca capacidad de adaptación a los nuevos tiempos.
El miedo a que “una bola de muchachos con computadoras” derrotara a las grandes inversiones en redacciones, rotativas, transmisores y repetidoras y los grandes estudios de las televisoras, con todo lo que implica tener las concesiones, se hizo realidad por lo menos en Jalisco y en Nuevo León, donde la influencia de los dinosaurios mediáticos se vino abajo y fue evidenciada.
Las televisoras comerciales le hicieron el vacío a los partidos y sus candidatos, berrinche motivado porque las dejaron fuera del jugoso negocio de las campañas políticas. Nadie las extrañó.
Las radiodifusoras, que se niegan a sacudirse sus acartonados contenidos y modelos comerciales, también pasaron sin pena ni gloria por el proceso electoral de este 2015.
Y qué decir de los periódicos, diarios o semanales, que jugaron, y jugaron muy mal, empequeñeciéndose más de lo que ya estaban.
Por el contrario, la influencia de los medios sociales, entre los que destacan Facebook, YouTube y Twitter avanzaron de manera importante en el entorno electoral.
Entendiendo la nueva realidad mediática, los estrategas del partido Movimiento Ciudadano (MC) invirtieron dinero y tiempo en crear sus propios medios de comunicación en la internet y ganaron.
Lo dicho, ni la prensa escrita, ni la radio ni la TV desaparecerán por la emergencia de las nuevas tecnologías de la comunicación, pero poco a poco irán cediéndoles el espacio mayoritario. Y parece que ese momento llegó por lo menos en Jalisco y Nuevo León.
Los medios tradicionales de comunicación entraron al proceso electoral de junio del 2015 sumidos en una grave crisis de credibilidad, de audiencias y financiera, y salieron peor.
En los meses que vienen, así como veremos a algunos partidos políticos perder el registro por su mal desempeño en las elecciones, también veremos a algunos medios de comunicación desaparecer, como lo hicieron los dinosaurios que no pudieron adaptarse a los cambios.