Ni porque Elisa Ayón Hernández tiene una larga vida como militante del Partido Revolucionario Institucional, sus propios correligionarios con más o igual número de años en el partido la conocieron…
Por el contrario, la minimizaron, la menospreciaron, y hoy que el “agua les llegó a los aparejos” andan como bomberos en quemazón.
Los priistas con los que he comentado el caso de Elisa Ayón coincidieron en que nunca les extrañó escuchar de su voz el lenguaje tan florido de aquella grabación revelada en su encuentro con empleados de la Dirección de Panteones de Guadalajara. Tampoco se dijeron sorprendidos por el carácter de la aun priista y, mucho menos, de su forma “envalentonada”, “entrona”, demostrada en ese audio, en su encuentro con los diputados y en la rueda de prensa ofrecida días atrás.
Quizás esos priistas de larga mlitancia creyeron que Ayón Hernández reflejaría esa rígida disciplina priista aprendida durante muchos años, se quedaría callada y se refugiaría en el ostracismo…
Quizás creyeron que bastaba el “manotazo” del Primer Priista del estado para “meter en cintura” a la regidora.
Pero se equivocaron. No advirtieron que Elisa Ayón está hecha de otra “madera”… dura de roer.
Y el primer mensaje público lo reveló cuando ignoró “olímpicamente” la petición del alcalde Ramiro Hernández García, primero, y del dirigente estatal del PRI, Hugo Contreras Zepeda, después, de solicitar licencia a su cargo como regidora en Guadalajara.
Para lograrlo, fue necesario que se lo indicaran de “más arriba”.
Luego se enteró de que era convocada por los diputados miembros de la Comisión de Responsabilidades a comparecer para que explicara quién sabe cuántas cosas sobre su patrimonio y la forma en que lo adquirió. Bueno, siempre y cuando tuviera a bien aceptar dicha “invitación”.
Nadie creyó que aceptaría el reto de comparecer. Ni siquiera cuando se dijo que ya estaba ahí en el Palacio Legislativo, algunos se lo creyeron. Pero sí, ahí estaba.
Se sentó frente a los diputados, retadora, en espera de la “metralla” de cuestionamientos. Pero ante el enmudecimiento de los legisladores, Elisa tomó la palabra sólo para anunciarles que momentos antes había solicitado juicio político en su contra… Y se fue.
Días después convocó a rueda de prensa, se dijo inocente de pedir dinero para el “Patrón”, negando que la de la grabación fuera su voz, anunció que regresaría como regidor y amenazó con denunciar actos de corrupción de la oposición y de gente de su propio partido, de donde dijo salieron los ataques en su contra. Y no estaba equivocada.
Y mientras todo eso sucedía, en el PRI dormían el “sueño de los justos…”, independientemente de las denuncias penales y solicitudes de juicio político interpuestas en su contra. El PRI creyó que con anunciar que se habían recibido dos solicitudes de expulsión, era suficiente para asustar a la regidora.
Craso error. La regidora los retó, la regidora los enfrentó y ha salido avante…
Un día después de que se conoció que Elisa Ayón anunció que regresaría como regidora mañana jueves, el PRI “despertó”, sacó y desempolvó con prisa su expediente y hoy, en voz de su dirigente Hugo Contreras, anunció que pedirá la expulsión express de la aun priista y regidora.
Y es que, aunque a los priistas no les guste, si su expulsión no se concreta antes de que regrese al Ayuntamiento, Elisa Ayón lo hará como militante priista.
Y eso duele.