No hay duda que la mala suerte persigue a nuestros diputados locales.
Hoy son vapuleados por propios y extraños, se han convertido en “los villanos favoritos” de quienes buscan congraciarse con la ciudadanía asumiendo la crítica en su nombre, son señalados como la peor especia que hay en la política nacional y local, son responsabilizados, pues, de todo lo malo que suceda en la entidad.
Y para no variar, hasta los toros tienen que cargar con esa mala suerte de nuestros legisladores.
Resulta que ayer el diputado Raúl Vargas López acudió a la plaza de toros “Nuevo Progreso” a disfrutar de la octava novillada, y el novillero Alberto Valente le dedicó el segundo novillo en turno bautizado como “Competidor”, con un nada despreciable peso de 460 kilos.
No sabemos si al burel le dio gusto o coraje haber sido dedicado al legislador perredista, pues en su recorrido por el redondel embistió con tal fuerza y coraje uno de los burladeros que provocó se le rompiera el pitón derecho desde la base, como puede apreciarse en esta excelente fotografía de Javier Hoyos.
Así, pues, no hay duda que nuestros diputados necesitan de una “limpia”, independientemente del partido al que pertenezcan.