No son pocos los analistas y expertos que advierten que el empresariado jalisciense, y particularmente el de la zona metropolitana, no jugó en esta ocasión con el partido del gobernador Jorge Aristóteles Sandoval en la jornada electoral del domingo siete. Por segunda ocasión consecutiva -como en 2012 con mínimas excepciones-, los hombres del poder económico se la “jugaron” con el alfarismo, aseguran.
Lo anterior, no obstante que en las reuniones que sostuvieron con los candidatos a la alcaldía de Guadalajara, por mencionar la más importante, los empresarios se decían satisfechos e impresionados con la exposición que de sus proyectos para gobernar la capital del país hacía el abanderado del PRI, Ricardo Villanueva Lomelí.
No fueron pocas las ocasiones en las que le dieron mejor calificación que al candidato ganador, Enrique Alfaro Ramírez.
Sin embargo, se asegura que los empresarios terminaron por impulsar nuevamente la candidatura del ex alcalde de Tlajomulco, por las razones que usted quiera, pero que deja en evidencia una vez más de que las heridas que dejó la elección por la gubernatura hace tres años entre el Mandatario y el sector privado, particularmente las cúpulas, no cerraron en este primer trienio.
Hay incluso quienes observan que con la llegada del ex presidente de la Coparmex, Jesús Pablo Lemus Navarro, a la alcaldía de Zapopan, este territorio ex maicero es entregado prácticamente a la IP, considerando que es donde mayor desarrollo ha registrado la inversión privada y donde los empresarios se han servido “con la cuchara grande”, incluso en la condonación millonaria de impuestos.
Han transcurrido ya 15 días de la jornada elección y no sabemos que se haya registrado ya un encuentro entre las cúpulas empresariales y el titular del Ejecutivo estatal, considerando la conformación en que quedará la geografía metropolitana y el Congreso del Estado, lo que obligará al gobernador Sandoval Díaz, como él mismo lo reconoció, a reconsiderar la manera de relacionarse y comunicarse con la sociedad jalisciense.
Es interesante, pues, saber cómo será la relación del sector empresarial con el gobierno estatal en esta segunda mitad del sexenio y el comportamiento que tenga la IP con las autoridades alfaristas de la zona metropolitana, particularmente Guadalajara y Zapopan. Y quizás algunas señales las veamos en los ajustes que el Mandatario haga en su gabinete económico, en saber quiénes se van y quiénes los sustituyen.
Habrá que ver hasta dónde el gobernador Aristóteles recurrirá al sector privado para consultarlo o, cuando menos, darles a conocer a quiénes piensa relevar y con quién en su equipo de gobierno.
Este, el de la relación Gobierno-IP, es otro frente que tiene abierto el gobierno de Jorge Aristóteles Sandoval Díaz.