No hay duda que en su discurso de despedida de la 59 Legislatura, Roberto Marrufo Rodríguez, sorprendió por  la precisión de sus palabras que, reitero, creo que llegaron demasiado tarde.
Y en este tenor, fue contundente y categórico al referirse al caso del Auditor Superior del Estado, del que por cierto el coordinador de la fracción parlamentaria del Partido Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda, denunció hace algunas semanas que los habían engañado, principalmente los diputados que ya se fueron, al hacerles creer que podían destituir al titular de la ASEJ.
Pero lo expresado ayer por Marrufo Rodríguez no deja sino constancia de lo que hemos comentado y publicado aquí en Marcatextos -y en otros espacios de comunicación más-, sobre lo que realmente existe detrás de toda esta campaña mediática emprendida por algunos empresarios encabezados por el ex presidente y el presidente actual de la Coparmex, ex diputados locales de esa misma 59 Legislatura y por algunos medios de comunicación.
Y es que a estos detractores no les importó mentir, manipular la información y desinformar, amén de que creyeron que bastaba su campaña para obligar a los diputados a “torcer” la ley para darles gusto.
Un párrafo de 28 palabras expresado por Roberto Marrufo, pone en evidencia lo que hubo -y hay aun-, detrás de la campaña contra el Auditor. Dijo textualmente:
“Asumimos las críticas en torno al tema del auditor, pedimos comprensión para aceptar que violentar la ley por presiones externas o de intereses turbios, es violentar los cimientos sociales”.
Marrufo no necesitó decir más para desenmascarar a quienes tomaron este caso como bandera para satisfacer sus intereses particulares, lástima -reitero- que lo haya dicho el último día de su gestión como diputado, pues eso nos hace creer que él no estuvo ajeno también a esa campaña o que, cuando menos, se “apanicó” y no se atrevió a dar la cara para terminar con dicha campaña.
Y es que esa presión lo llevó a incurrir en un enorme “oso”, como fue el solicitar al Auditor Superior “toda la documentación que tengan en ese órgano técnico que sirvió para la elaboración del informe final de los siguientes entes auditables: Comité Organizador de los Juegos Panamericanos 2009 (no existe ninguna entidad con este nombre), Consejo Municipal del Deporte Guadalajara (…), IPROVIPE, CAPECE, PRONABES…”, cuando nunca hubo tal informe final.
Así se lo hizo saber el Auditor Superior a Marrufo, al responder su petición:
“Manifiesto que tal como se desprende de los oficios (…) en ningún momento se remitió a esa Comisión, Informe Final de Auditoría de dichas entidades, por lo que me encuentro imposibilitado para atender su amable petición…”.
Pero después de esto, vale la pena subrayar la revelación que ayer hizo Roberto Marrufo de lo que hay detrás del “Caso del Auditor”: “presiones externas e intereses turbio”. Mejor… ¡imposible!