Como sucede cada vez que se acercan las elecciones, un montón de políticos se desviven por llamar la atención ciudadana con la intención de posicionarse en las encuestas y ser considerados -por quienes deciden en sus partidos- para alguna de las candidaturas que se repartirán para la elección del 2015.
Desesperados, queriendo hacer en semanas lo que no han hecho en años, los vemos subirse al camión, abanderar lo que ellos creen son las “causas ciudadanas”, fingiendo trabajar por la gente, moviéndose en bicicleta, limpiando calles y parques, desviviéndose por rendir “informes” de sus actividades, dando entrevistas sin ton ni son en los medios, tomándose selfies a diestra y siniestra, dejando la corbata, colgándose de los programas sociales que se hacen con el dinero de la propia ciudadanía y muy activos en las redes sociales.
Sin embargo, como era de esperarse, la mayoría de ellos no avanzan en las encuestas porque simple y sencillamente lo que hacen no le interesa a la gente, y porque la sociedad no es tonta y sabe que esas actividades son eminentemente electoreras.
Si los políticos entendieran realmente al electorado y de verdad supieran cómo pueden ganar verdadera intención del voto se concentrarían en hacer permanentemente las siguientes actividades:
1. Ser honestos. Aunque la ciudadanía entiende que en la política “no hay santos” sí logra percibir que entre los políticos hay quienes son “más honestos” o “menos corruptos”, y prefiere a éstos que a aquellos que han dado más muestras de que el cargo público sólo lo quieren para enriquecerse ilegítimamente.
2. Estar permanentemente cerca de la gente. No únicamente cuando llega la temporada electoral. Quienes pasan dos años despachando desde la comodidad de sus oficinas con aire acondicionado, y sólo las dejan temporalmente cuando necesitan fingir cercanía para conseguir votos, son percibidos por el electorado.
3. Presentar iniciativas, hacer acciones y tomar decisiones que resuelvan los verdaderos problemas de la gente. Uno de los graves problemas de la mayoría de los políticos es que hacen programas, realizan acciones o hacen leyes y reformas sobre temas que ellos creen le interesan a la sociedad. Sin embargo, la mayoría de esos temas son asuntos de moda, existentes únicamente en las élites, sin un impacto real en la vida de la población o meros fuegos artificiales para llamar la atención.
4. Denunciar los excesos y actos de corrupción de los que se enteran. La sociedad está cansada de tanta corrupción y tantos excesos que no son castigados, y sabe que los políticos se enteran y no los denuncian porque son cómplices o comparsas de los mismos.
5. Cumplir lo que prometen. Pedir el voto, cuando ni siquiera se han cumplido las promesas hechas en elecciones anteriores y aspirar a que el electorado olvide, es uno de los factores que empujan al desprestigio a la clase política. Aunque la memoria social siga siendo corta, las herramientas tecnológicas de la comunicación, principalmente internet, permiten ahora restregarles a los políticos sus promesas pasadas incumplidas.
Como se ve en los resultados de las encuestas, el oportunismo, los “informes fingidos”, la “cercanía” de última hora, inventarse “temas sociales” y ser bufones de la política no son suficientes para llamar la atención y conseguir la intención del voto.