El viernes pasado, en el programa radiofónico Desayunando con Radio Noticias 1070, el secretario general de gobierno, Roberto López Lara, aseguró que él está concentrado en su responsabilidad como segundo del gobernador Aristóteles Sandoval y que no estaba preocupado por las versiones que aún aseguran que él podría ser el nuevo dirigente del Partido Revolucionario Institucional, en relevo del diputado Hugo Contreras Zepeda.
Sin embargo, hay nombres que conforme pasan los días y las semanas se asegura que sus probabilidades de tomar las riendas del PRI se incrementan., En estricto orden alfabético: Bernando González Mora, Héctor Pizano Ramos y José Socorro Velázquez Hernández.
Si esto es así, se mantendrá la línea de que no sea un integrante del grupo más cercano al Mandatario estatal quien sustituya a Contreras Zepeda, pero la duda que se abre es: Conociendo la idiosincracia priista, ¿qué tan independiente del Ejecutivo estatal será el nuevo dirigente priista con miras a las elecciones del 2018? ¿González Mora, Pizano Ramos y Velázquez Hernández aseguran esa sana cercanía del partido con su gobernador o son el perfil de sometimiento al Ejecutivo como si el partido fuese una dependencia más del estado?
Y digo “sana cercanía” porque resulta absurdo creer que alguna vez en el PRI se repetirá aquello de la “sana distancia” zedillista que los llevó a perder por vez primera el gobierno de Jalisco y, posteriormente, la presidencia de la República.
Sin embargo, repetir el modelo de presidencia que aplicó Hugo Contreras en los primeros tres años de la administración será tan suicida como lo fue en las elecciones del 2015 cuando perdieron la zona metropolitana y la mayoría en el Congreso del Estado. Y es que una cosa es ser institucional y otra ser entreguista, aunque no se puede ser de otra manera cuando desde el Ejecutivo prácticamente “toman” al partido como una dependencia más, menor a una secretaría, por supuesto.
En entregas anteriores hemos dicho que en el relevo de la dirigencia del  PRI, Aristóteles Sandoval debe voltear los ojos  a la ahora llamada Ciudada de México y “aprender en cabeza ajena”, recordando qué hizo Enrique Peña cuando tuvo qué decidir quién relevaría a César Camacho Quiroz.
Hoy tenemos al frente del CEN a Manlio Fabio Beltrones Rivera.
Llegado el momento, ¿a quién veremos despachando en Calzada del Campesino 222? ¿A González Mora, a Pizano Ramos o a Velázquez Hernández? ¿
¿Qué será lo que el Gobernador tiene bajo la manga: un “as” o… un comodín? Al tiempo.