Lo dicho: el subsecretario de Administración, Salvador González Reséndiz, renunció a su cargo y en los próximos días se anunciará su integración al comité estatal del PRI como secretario de Organización. Aún se desconoce quién lo sustituirá.
Trascendió que la renuncia y la decisión de sumarse al equipo de José Socorro Velázquez se concretaron antes del viaje del gobernador Jorge Aristóteles Sandoval Díaz a Israel, pero que será a su regreso cuando se oficialicen ambas cosas.
Para algunos es sorpresiva la salida de González Reséndiz cuando la que se cantó durante mucho tiempo fue la de otro subsecretario, pero de Planeación: David Gómez Álvarez, quien sin embargo sigue firme en el cargo y hasta el momento ya se disipó cualquier señal de que salga del gabinete, aunque más de uno de sus malquerientes eso esperan.
Sin embargo, por otro lado se considera lógica la llegada de uno de los hombres de mayor confianza del Mandatario estatal a una de las posiciones más importantes dentro del PRI como es la de Organización, cuya tarea y responsabilidad es trabajar en la selección de potenciales candidatos a los cargos de elección popular en todo el estado que estarán en juego en 2018.
Con Mariana Fernández Ramírez, en la secretaría general, y ahora con González Reséndiz en Organización, Aristóteles Sandoval se queda con las posiciones dos y tres del comité estatal, en espera de conocer quién asumiría la secretaría de Acción Electoral que hasta hace poco encabezó el secretario del Trabajo, Héctor Pizano Ramos.
De concretarse la llegada de González Reséndiz al PRI -en política es muy común que “del plato a la boca, se cae la sopa…”-, estará llegando la segunda generación de la dinastía de los González vallartenses, luego de que su padre, Rafael González Pimienta, fue en dos ocasiones presidente del comité estatal.
Anote usted que posiblemente al anunciarse oficialmente la salida de Salvador González de la subsecretaría de Administración, se haga pública también la llegada al gabinete aristotelista del ex alcalde de Tlaquepaque, Alfredo Barba Mariscal, a un cargo donde mucho tendría que ver su profesión de abogado.
Al tiempo.