A excepción de la edecán, en el debate de ayer entre los candidatos a la presidencia de la República encontramos muchas similitudes con el que se efectuó aquí en Jalisco la semana pasada entre los candidatos a la gubernatura.
Como aquí Jorge Aristóteles Sandoval, allá en el World Trade Center hubo un candidato que fue el “blanco” de la “metralla” de sus opositores: Enrique Peña Nieto, con la diferencia de que el mexiquense estuvo lanzando también la propia, particularmente contra la panista Josefina Vázquez Mota y de vez en cuando contra Andrés Manuel López Obrador.
Como aquí María de los Ángeles Martínez Valdivia, candidata del Partido Nueva Alianza, allá en la capital del país Gabriel Quadri de la Torre no recibió “golpe” alguno de los demás debatientes y si bien tampoco lanzó alguno, sí se dio el tiempo para contradecir las propuestas de sus adversarios, particularmente de Vázquez Mota y López Obrador.
Como aquí Martínez Valdivia, allá Quadri de la Torre se dedicó de lleno a plantear sus propuestas, a decir por qué las de algunos de sus adversarios no eran viables y a criticar a los políticos tradicionales.
Como aquí, a las afueras de la sede del debate se registró un connato de bronca entre simpatizantes de los candidatos, con la diferencia de que aquí sí hubo sangre en el rostro de algunos de aquellos.
Como aquí, allá en la capital del país difícilmente puede hablarse de un claro ganador del debate, aunque hay coincidencia en que al igual que Aristóteles, allá Peña Nieto salió bien librado.
Como aquí, allá en el WTC el resultado del debate difícilmente modificará sustancialmente la posición que todos los candidatos guardan en las encuestas, aunque sin lugar a dudas el panalista Quadri podría sumar algunas céntimas o puntos a favor.
Si, la diferencia entre los dos debates, además de la edecán, reside en que allá los candidatos sí pudieron sacar papeles, cartulinas o fotografías para comprobar o reforzar sus dichos sin que hubiese llamada de atención de por medio por la moderadora Lupita.
Creo que ambos debates tuvieron sus cosas buenas y malas, y considerando que el próximo debate entre los candidatos a la gubernatura y a la presidencia de la República se llevará a cabo el mismo día aquí en Guadalajara, no estaría por demás que los organizadores de uno y de otro tomaran lo positivo de uno y de otro y evitaran lo negativo de ambos.
Así, sin duda, saldremos todos ganando, inclusive los candidatos.