Llueve, truene o relampaguee -finalmente estamos en tiempo de lluvias y huracanes- todo indica que hoy el Congreso del Estado aprobará la propuesta del gobernador Jorge Aristóteles Sandoval Díaz y Eduardo Almaguer Ramírez se convertirá hoy en el nuevo Fiscal General del Estado, en sustitución de Luis Carlos Nájera Gutiérrez de Velasco.
Enmedio de una confusión-error sobre si Almaguer Ramírez es actualmente “encargado de despacho de la Fiscalía”, como se lee en el documento que Sandoval Díaz envió al Poder Legislativo, y, por tanto Nájera ya se separó del cargo y aquel dejó de ser el titular de la Secretaría del Trabajo, los diputados tendrán oportunidad hoy de cuestionarlo sobre la nueva responsabilidad que seguramente horas más tarde asumirá.
Nuestros diputados nunca se han caracterizado por saber aprovechar oportunidades como ésta, ya sea de quien tienen que ratificar o simplemente en las llamadas glosa del informe. Ante los medios de comunicación nuestro diputados vociferan, critican, alzan la voz, condenan, cuestionan y mucho más, pero cuando tienen enfrente al sujeto de sus cuestionamientos se transforman en dóciles jueces incapaces de ponerlo contra la pared.
Habrá que ver si más tarde, cuando tengan enfrente a Eduardo Almaguer nuestros diputados son capaces de “exprimirlo” a fondo para saber si debe o no ser el nuevo Fiscal General; sin embargo, creo que terminarán por tomar el camino del acuerdo político y lo cuestionarán lo suficientemente necesario -y no lo suficientemente obligado- para posteriormente en el pleno dar su “visto bueno”.
Por eso creo que no habrá mayores problemas para que Almaguer se convierta hoy en el nuevo Fiscal General, amén de que diversos sectores no sólo lo dan por hecho sino que ya hasta demandas le han planteado para combatir la inseguridad en la entidad. ¿O sea?
Pero al tiempo de que Eduardo Almaguer sea aprobado y asuma como nuevo titular de la Fiscalía, los ojos públicos se posarán en la oficina principal de la Secretaría del Trabajo para tratar de saber quién será el nuevo titular de esta dependencia, que también tiene su interés.
Se menciona el nombre de dos Héctor: Robles, alcalde de Zapopan, y Pizano, diputado y presidente de la Comisión de Justicia, sobre quien recae el dictamen de la aprobación o no de Almaguer como nuevo Fiscal.
De los dos, Pizano Ramos lleva la delantera y por mucho, pues Robles Peiro no cuenta con el aval, dicen, del sector empresarial por ejemplo, con quien ha tenido una pésima relación desde el Ayuntamiento. Pero lo más importante en esto de las designaciones es si quienes “suenan” para entrar al relevo en el gabinete están o no en el ambiente de quien decide qién llega yquién sale: el Gobernador.
Es posible que en lo que resta de la semana no se conozca de más cambios en el equipo aristotelista, aunque no nos distraigamos por aquello de las dudas.