Ayer ante los reporteros el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, de visita en Zapopan, dijo que “hay que jubilar muchos políticos, tenemos que mandarlos a su casa pero sin pensión, tenemos que renovar el sistema político nacional y para eso necesitamos hacer ya una lista de todos aquellos políticos que no han dado resultados, que siguen siendo parásitos del sistema, que siguen engordándose del sistema político”, según publicó el diario Milenio.
El espectro del que habló Rodríguez Calderón es muy amplio y quiero creer que entre esos políticos a los que “hay que jubilar” y “mandarlos a su casa” incluye a aquellos que andan brincando de partido en partido para alcanzar sus ambiciones políticas y personales o para seguir viviendo del presupuesto. O aquellos que habiendo militado en uno o varios partidos políticos se transforman en “independientes” solamente para seguir “siendo parásitos del sistema” y seguir “engordándose del sistema político”´, engañando a la ciudadanía con un discurso y retórica que no coincide con sus hechos.
Si es así, habrá que estar de acuerdo con “El Bronco”.
Pero para ello habrá que preguntarle a los ciudadanos o a los gobernados si sus hoy gobernantes les han dado resultados, sin han cubierto las amplias expectativas que generaron en campaña prometiendo “la luna y las estrellas”, si ahora en los hechos no son una decepción, si los cargos públicos que ostentan no los utilizan solamente como “trampolín” para aspirar a ser candidato a la gubernatura o a la presidencia de la República.
Que sean los ciudadanos y no los gobernantes mismos quienes digan y señalen quiénes son aquellos  políticos que deben de jubilarse y dejar de ser parásitos del sistema, pues los segundos corren el riesgo de “ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio”.
Pero no se trata de que estos políticos sean sustituidos por otros que no soportan ni toleran la crítica, que consideran a los medios de comunicación sus enemigos acusándolos de mentir sin mostrar pruebas de ello, que se irritan ante las preguntas que les son incómodas de los reporteros o la simple presencia de los representantes de los medios de comunicación como ocurrió ayer mismo en el evento celebrado en el Museo de Arte de Zapopan, donde a petición del propio “Bronco” los reporteros fueron obligados a salir del lugar por personal de comunicación social del Ayuntamiento zapopano -registran las crónicas-, para ser llamados media hora después y permitirles la cobertura del evento, que no era otra cosa que el cumplimiento de su labor.
Son esos políticos los que no deben llegar en sustitución de los que sean jubilados. Y mucho menos cuando esos políticos intolerantes están donde están, llegaron a donde llegaron, son gobernantes hoy, están en el poder, gracias a los espacios que como oposición les dieron esos medios de comunicación que hoy descalifican, desprecian, desdeñan y amenazan; gracias a que su voz como oposición fue recogida y transmitida por esos reporteros que ahora ven como un estorbo, como un mal necesario, al que hoy en el poder parece que le hacen un favor al atenderlos.
Esos políticos tampoco son la solución y son los que menos deben de mantenerse en el poder.
No se trata de jubilar a unos políticos para que lleguen otros que consideran que las redes sociales son suficientes y los instrumentos eficaces para mantener contacto y comunicación con sus gobernados, cuando a través de estos instrumentos la manipulación y falsedad de la información es más recurrente, cuando a través de estas redes se manipulan a los seguidores o detractores, pero donde no hay análisis, donde se carece de los espacios de reflexión y, en cambio, se apela más al sentimiento que a la razón.
¡Tiene razón “El Bronco”! Y creo que 2018 es el momento oportuno para que la ciudadanía “jubile” a todos esos políticos que han terminado por ser una farsa, que asumen posturas de bravuconería ante los medios de comunicación creyendo que con eso los amedrentan, pero que a final de cuentas a quien le siguen fallando y engañando es a la ciudadanía a la que dicen servir.
¡Tomémosle la palabra a “El Bronco”!