“El Jefe” Diego Fernández de Cevallos se encargó de bautizarlos como “La Chiquillada”, y hoy quienes hablan de democracia, de pluralidad y de participación para todos los hacen a un lado, los ignoran, los desprecian, los minimizan… ni los ven ni los oyen.
Habló de los partidos políticos menores y de quienes presuntamente son ejemplo de intelectualidad y de preparación: Universidades y Empresarios.
Salvo los candidatos del Partido Acción Nacional, del Partido Revolucionario Institucional, del Partido de la Revolución Democrática y del Partido Movimiento Ciudadano, para las instituciones de educación superior y para los organismos del sector privado, los aspirantes del resto de los partidos políticos simplemente… ¡no existen!
Para los empresarios y las universidades que han convocado a los candidatos del PAN, PRI, PRD y PMC tampoco existen otros municipios de la zona metropolitana que no sean Guadalajara, Zapopan y Tlaquepaque. Para ellos parece que no forman parte de la metrópoli otros como Tonalá, Tlajomulco y El Salto… ¡mucho menos Juanacatlán!
¿Por qué esa discriminación de parte de dos sectores que supuestamente cuentan con la preparación suficiente para entender lo que es la democracia, la igualdad, la misma oportunidad para todos, la pluralidad?
Es cierto, para muchos nos puede parecer una exageración la existencia de… ¡10 partidos políticos con registro! Pero la ley permite su existencia y en el marco de la ley todos tienen el mismo derecho y las mismas obligaciones, independientemente del tiempo que tienen de existir, de su ideología y de la cantidad de militantes que tengan.
Pero para las Universidades y la Iniciativa Privada, en Jalisco no “existen” el Partido del Trabajo, el Partido Verde Ecologista de México, MORENA, el Partido Nueva Alianza, el Partido Humanista y el Partido Encuentro Social, y, por consiguiente, tampoco existen sus candidatos.
Yo nunca he escuchado a las directivas de las Univerisidades o a los dirigentes empresariales pronunciarse por una reforma a la ley para que se incremente el porcentaje de votación requerida para que un partido político mantenga el registro; entonces, ¿por qué discriminar a seis de los 10 partidos políticos existentes y a sus respectivos candidatos?
Cierto, empresarios y universidades tienen la libertad de invitar a su “casa” a quienes ellos quieran, a los candidatos que ellos consideran son dignos de pisar sus territorios, pero entonces: ¿Con qué cara hablan de igualdad y pluralidad? ¿De democracia?
Bueno sería, pues, escuchar a las Universidades y cúpulas empresariales de Jalisco pronunciarse a favor de un incremento al porcentaje de votación para que un partido político obtenga y mantenga su registro, y así evitar la existencia de un gran número de partidos que no tienen mayor razón de existir.