Tan anodina estuvo la glosa del primer informe de gobierno de Enrique Alfaro Ramírez que tuvieron que ser los “de casa” quienes le pusieran “sabor al caldo”. Y me refiero al secretario del Trabajo, Marco Valerio Pérez Gollaz, y el diputado Héctor Pizano Ramos, ex titular del Trabajo con Aristóteles Sandoval Díaz.

El primero lanzó la piedra sin decir “agua va” y el segundo no sólo se la regresó sino que “aderezó” su respuesta evidenciando que a un año al frente de la secretaría Pérez Gollaz no sólo no cumplió con el compromiso asumido de abatir el rezago de expedientes para este período sino que el problema se agudizó.

En su comparecencia ante diputados, Marco Valerio acusó que sus antecesores de los últimos siete años no hicieron nada en materia de justicia laboral. Dijo: “Tenemos rezago por no trabajar correctamente, tenemos un abandono de siete años (…). Fueron años pésimos para la Junta de Conciliación y Arbitraje en los últimos siete años”, asegurando que dicho rezago se traduce a 100 mil expedientes.

Ni tardo ni perezoso el diputado de Movimiento Ciudadano, Pizano Ramos, uno de los cuatro secretarios de Trabajo que hubo en el sexenio anterior, respondió a la aseveración de Pérez Gollaz en sus redes sociales: “Lamento las declaraciones del secretario @STPSJalisco. El no haber podido cumplir su promesa de abatir el rezago en un 25% en 6 meses lo abruma”.

Luego, en una entrevista con el periódico El Occidental, Héctor Pizano reveló que Marco Valerio pretende abatir el rezago de expedientes mediante la declaración de caducidad de 27 mil expedientes que terminarían beneficiando a los patrones, para poder presumir que logró reducir el atraso en enero próximo cuando anunció que haría un corte de los logros en su primer año al frente de la Secretaría.

Y no sólo eso. Dijo que si a su llegada Pérez Gollaz encontró 100 mil expedientes rezagados y se comprometió a reducirlo en un 25%, entonces deberían de existir ahora 75 mil expedientes, pero no sólo no se redujo el atraso sino que se incrementó en 10 mil expedientes más en este período de gestión del ex titular de la Agencia Metropolitana de Seguridad.

Seguramente no será éste el primer desencuentro que atestiguamos entre los “de casa”, sino que pudieran replicarse cuando se acerquen los tiempos electorales y la lucha por las candidaturas en el partido Movimiento Ciudadano se recrudezca. Y es que para nadie es desconocido que Marco Valerio tiene aspiraciones para el 2021, pero tendrá que llegar a esa fecha tejiendo fino y no repartiendo culpas al mismo tiempo que se queda viendo el espejo retrovisor, pues se asegura que tampoco trae un buen clima con el sector patronal, concretamente con la Coparmex, cuyo presidente habría manifestado su deseo de que fuera removido del cargo.

Así, pues, habrá que ver cómo se cierra este desencuentro abierto por el Secretario del Trabajo que no sólo responsabilizó a sus antecesores del rezago sino que “·salpicó” a quienes conforman la Junta de Conciliación y Arbitraje que son los representantes sindicales y patronales.

Al tiempo.