El PRI Jalisco corre el riesgo de que al paso de las semanas se quede sin dirigente estatal y, por lo tanto, llegue alguien como “emergente” para sacar el proceso electoral del 2015. Veamos:
El actual dirigente es Hugo Contreras, quien además es el senador suplente del propietario Jesús Casillas…
Jesús Casillas aspira a ser el candidato del PRI, otra vez, a la presidencia municipal de Zapopan; en caso de contender, deberá de solicitar licencia a su cargo y, por lo tanto, podría ser llamado a cubrirlo su suplente Hugo Contreras, quien a su vez tendría que renunciar como presidente del comité estatal.
Pero sucede que Hugo Contreras -de no irse al Senado- también aspira a ser candidato a diputado, federal o local, y entonces, sin que sea obligatorio, podría dejar la dirigencia del partido.
Si Hugo Contreras renuncia a la dirigencia del PRI, ya sea para irse al Senado o para buscar una diputación, entonces por prelación le corresponde cubrir la vacante a la secretarioa general del partido, Ángeles Arredondo. Pero ocurre que Ángeles Arredondo aspira a ser candidata a una diputación local, por lo que entonces renunciaría a la secretaría general y no ocuparía el cargo de encargada del despacho de la presidencia.
Si Hugo Contreras y Ángeles Arellano dejan la dirigencia del PRI, de acuerdo a los estatutos el Secretario de Organización, o sea José Luis Mata Bracamontes, llegaría a encargarse del despacho de la presidencia…
¿Es posible que este escenario se presente en el partido que hoy gobierna Jalisco? ¿Será posible que el primer priista del estado avale un escenario como el arriba descrito con todos los riesgos que ello implica en vísperas de que arranque el proceso electoral y cuando ya los “destapes” de aspirante priistas están a la orden del día? ¿Será posible que en momentos en que el PRI debe demostrar fuerza, orden, coordinación, por ser el partido en el gobierno, registre un desorden como el que podría registrarse si se concreta el escenario arriba descrito?
Lo más sencillo sería que Hugo Contreras no se “calentara” con ser aspirante a un cargo que le implique renunciar a la dirigencia; que Jesús Casillas se concentre en el Senado y deje de soñar con ser candidato a Zapopan, a menos de que Emilio Gamboa considere que no es necesario llamar a su suplente, con lo que Contreras se quedaría al frente del partido.
Ya lo demás no es problema…
Ahora, como en política todo es posible y con mayor razón en el PRI, ¿qué tal si ocurriese todo lo arriba referido y el PRI decida enviar o designar un Delegado con funciones de presidente, como ya lo fueron en su momento Eduardo Almaguer Ramírez y Rafael González Pimienta?
¿Y qué tal si ese delegado con funciones de presidente fuera el sinaloense Enrique Jackson Ramírez?
Insisto: en política todo es posible… ¡y en el PRI con mayor razón!