Ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador estuvo en Aguascalientes y su gobernador, el panista Martín Orozco, se negó a acompañarlo a los eventos públicos que encabezó para no prestarse al “juego de grupúsculos” que buscan manchar la investidura del Ejecutivo estatal.

Pero López Obrador también visitó Guanajuato donde, por el contrario, otro gobernador panista, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, no tuvo miedo de acompañarlo y se convirtió en el primer Mandatario estatal al que no lo abuchearon. Pero, ¿saben por qué? Primero, porque en Guanajuato la existencia de Morena es prácticamente minoritaria y, segundo, porque reportes de aquella entidad aseguran que se llenó la plaza de panistas que, por el contrario, quien salió bien librado de que no lo abuchearan fue el presidente de la República.

Ahora, ¿alguien ha pensado en la posibilidad de que el gobernador Enrique Alfaro Ramírez no sea abucheado en los eventos en los que acompañará al presidente Andrés manuel López Obrador, como le ha sucedido a sus demás homólogos?

¿Será que Jalisco será el terreno donde se acatarán las instrucciones que López Obrador gíró durante su rueda de prensa mañanera, en el sentido de que sus seguidores se porten bien? Textualmente, el presidente de la República dijo: “Estoy seguro que en los actos no va a haber estas expresiones, estas manifestaciones…”.

¿Será parte del acuerdo entre las partes -lópezobradoristas y alfaristas-, el que no obstante la postura inicial de Alfaro frente al gobierno federal, la relación se modifique tras aquella visita del Mandatario estatal a Palacio Nacional nada menos que el mismísimo Día del Amor y la Amistad?

¿Sería una coincidencia que tras la petición de López Obrador para que sus simpatizantes se porten bien y la seguridad manifestada de que “no va a haber estas expresiones, estas manifestaciones”, el coordinador de los programas sociales en Jalisco, Carlos Lomelí Bolaños, haga la misma petición a quienes asistirán mañana a los dos eventos con el presidente?

Y es que en otras entidades se ha acusado precisamente a los coordinadores estatales -presuntamente por instrucciones de la dirigencia nacional y bajo el guión ya filtrado a los medios en Sonora y adjudicado a Morena-, de ser los organizadores de lo que el gobernador de Colima llamó “protocolo” durante la visita presidencial.

Ayer Lomelí Bolaños convocó a los asistentes a portarse bien, a no abuchear y a ser ejemplo de respeto a las autoridades estatales y federales. Pero dijo algo más y así se asienta en las invitaciones giradas a los simpatizantes lópezobradoristas: “no caigan en provocaciones”. ¿Qué significa esto? ¿Qué, efectivamente, Movimiento Ciudadano llenará la plaza de simpatizantes como ha trascendido? ¿Qué sabe el doctor Lomelí como para que lance esta advertencia? Ya lo sabremos más tarde.

Pero, así, pues, que no nos sorprenda si Enrique Alfaro es el primer gobernador que no es objeto de abucheos y rechiflas en un evento donde los morenistas sean mayoritarios, contra lo que muchos podrían esperar, pero les aseguro que no es cosa de la casualidad sino de acuerdos previamente concretados.

Resta esperar, si es así, si los morenistas le hacen caso a su presidente.

Al tiempo.