La detención de Genaro García Luna sólo puede ser comparable con la del finado general José de Jesús Gutiérrez Rebollo, por el nivel del cargo que ostentaron -uno secretario de Seguridad en el gobierno de Felipe Calderón y el otro director del Instituto Nacional para el Combate a las Drogas en el sexenio de Ernesto Zedillo-, y la responsabilidad que tenían: combatir al crimen organizado

La diferencia es que a Gutiérrez Rebollo lo detuvo el propio gobierno de Zedillo cuando era ya el zar antidrogas, acusado de proteger al Cártel de Juárez y a su líder, Amado Carrillo Fuentes, “El señor de los cielos”, mientras que a García Luna lo aprehendió el gobierno de Donald Trump en territorio estadounidense y como secuela del juicio y condena a Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, a quien presuntamente protegió cuando formó parte del gabinete calderonista.

El destino quiso que García Luna y Gutiérrez Rebollo se cruzaran momentáneamente en 2011 cuando ya secretario de Seguridad, Genaro intervino para que el general José de Jesús saliera de prisión y fuera trasladado al Hospital Central Militar en la Ciudad de México para ser atendido por su menguado estado de salud, y donde estuvo recluído hasta su muerte el 19 de diciembre de 2013, un día después de que un Tribunal Unitario fallara a su favor para cumplir su arresto en su domicilio.

Gutiérrez Rebollo enfrentó 14 denuncia de las que logró sortear con éxito 12, en tanto que por las otras dos fue condenado, primero, a 40 años de prisión por delitos contra la salud y luego a 31 por acopio y transportación de armas de fuego.

Desde su detención hasta su muerte, el general Gutiérrez Rebollo siempre se declaró inocente. Murió a los 79 años de edad.

¿Qué futuro le espera a García Luna frente a la justicia estadounidense? Hoy vemos ríos de tinta que corren en la prensa nacional e internacional sobre su captura y detalles de los motivos por los que fue detenido; leemos en redes sociales infinidad de comentarios, opiniones y sentencias en su contra y de los ex presidentes Vicente Fox Quesada y Calderón Hinojosa, a quien ya ven en la antesala de la prisión. Pero no son, quizás, más que los deseos de los autores de esos comentarios.

Lo único real, hasta el momento, es que el ex secretario de Seguridad en el sexenio de Felipe Calderón está en prisión en los Estados Unidos, acusado de proteger al Cártel de Sinaloa y a quien fuera su jefe, Guzmán Lorea. Pero las apuestas sobre su futuro están a la orden del día y se inclinan a que difícilmente podrá salir bien librado.

Y si no, al tiempo.