El PRI cometió un gran error al postular a la comediante Carmen Salinas como candidata a Diputada Federal plurinominal. Ahora los priistas deben hacer todo lo posible para sacarla de la Cámara de Diputados.
Mala actriz, comediante de carpa, sin ideas políticas y sin un sentido social mínimo, la famosa “Corcholata” denigra al Congreso, deteriora aún más la imagen del diputado, le da otro raspón a la ya muy raspada clase política y le falta el respeto a la ciudadanía cobrando un jugoso sueldo por ostentar el cargo de legisladora que no merece.
El PRI debe recapacitar respecto a esta falta de respeto que le hace a la sociedad. El Presidente Peña Nieto debe tomar cartas en el asunto si de verdad quiere “relanzar” a su gobierno.
Carmen Salinas debe dejar la curul por muchas razones, entre las que destacan:
1. Como ella misma lo ha admitido en las redes sociales, llegó a la diputación simplemente a ocupar la curul que le regaló el PRI, sin propuesta, sin ideas y sin iniciativas. Sin nada qué aportar, pues.
2. Hay una grave exigencia de la sociedad por limpiar a la política y a la clase política en México. El mensaje de las últimas elecciones demuestran el hartazgo de una buena parte de la sociedad por el circo en que se ha convertido la política en nuestro país.
El PRI no puede seguir aportando al deterioro de la política manteniendo en el Congreso a una señora que tiene en el albur su mejor argumentación.
3. Las más de 160 mil firmas que se han reunido hasta hoy, y en  pocos días, en la plataforma de activismo change.org pidiendo la renuncia de la comediante es una muestra clara de que el PRI no la tendrá fácil para sostener a la populachera actriz dormida en su curul. Una buena parte de la sociedad no la quiere ahí y presionará para sacarla del Congreso.
4. Carmen Salinas llegó a la Cámara de Diputados por la vía plurinominal. Ni siquiera se puede argumentar para sostenerla como diputada el respaldo ciudadano en las urnas.
5. El sueldo de Carmen Salinas lo pagamos todos los mexicanos, no el PRI, y queda claro que por ningún motivo se puede justificar que la señora vaya a recibir alrededor de un millón y medio de pesos cada uno de los tres años que duraría su diputación.
El PRI no puede seguirle faltando el respeto a la política, al Congreso y mucho menos a la sociedad manteniendo a Carmen Salinas como Diputada Federal.
La dirigencia del PRI está obligada a enmendar esta ofensa consiguiendo que la comediante deje pronto esa curul.
Se podrá decir que Carmen Salinas no es la única que no merece estar ahí. Sí, pero este caso es evidente y los argumentos que sostienen que debe salir del Congreso son contundentes.