Por Julio César Hernández

El gobernador Emilio González Márquez ha generado crispación entre la ciudadanía y encono entre católicos y no católicos. Ahora el cardenal Juan Sandoval Iñiguez hace lo propio entre ricos y pobres.

Es cierto que aun los propios católicos se pronuncian inconformes por los donativos que González Márquez ha entregado al clero jalisciense, concretamente los millones para la construcción del Santuario de los Mártires, pero si bien hasta el momento la prudencia se ha impuesto, la llamada “Guardia Cristera” de Los Altos de Jalisco se puso a disposición del Mandatario para defender su decisión económica.

¿Cuál será la chispa que haga “estallar” la inconformidad social? ¿Acaso la segunda entrega de 30 millones de pesos para el Santuario? ¿O algún otro donativo con mentada de madre incluída?

Es fecha que la secuela de inconformidad, provocada por los primeros 30 millones entregados hace poco más de un mes, aun no concluye. Y ni esperanzas de que concluya, pues es un tema que difícilmente los inconformes dejarán “morir”.

Pese al enrarecido ambiente social generado por este hecho, el secretario general de gobierno, Fernando Guzmán Pérez Peláez, insiste en que no hay marcha atrás al millonario donativo -el Gobernador dice que es inversión- y que se completará la entrega de los 90 millones de pesos prometidos.

Y a esta encendida protesta de un importante sector de la sociedad, el cardenal Sandoval Iñiguez se encargó el domingo pasado de echarle un “chorro” de gasolina más a la fogata, ahora al arremeter contra los ricos y decir que nadie lo es como resultado de su trabajo. Ya su primera crítica había sido para los cientos de quejosos ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, considerando el número insignificante ante los poco más de seis millones de jaliscienses que hay.

Ahora fue contundente en su homilia dominical:

“No hay rico, rico, rico, rico que sea honrado, porque trabajando nadie se hace rico, porque si trabajando se hiciera rico, los burros serían los más ricos. Trabajando nadie se hace rico”.

¿Cuál es el motivo de esta declaración? ¿Qué mensaje pretendió emitir? ¿Por qué lanzarse ahora contra los ricos? ¿Por qué, ante la crispación social, de la que el clero es indirectamente responsable, hace estas declaraciones contra un importante sector de Jalisco y del país en general? ¿Qué necesidad había?

¿Por qué el máximo Pastor del catolicismo no emitió un mensaje conciliador que viniera a tranquilizar las aguas que el gobernador González Márquez ha revuelto tanto?

¿Por qué arremeter contra los ricos, si muchos de ellos son benefactores del clero y de los organismos que le pertenecen? ¿O no fueron esos ricos los que, además de los 15 millones que otorgó el Mandatario, apoyaron al Banco Diocesano de Alimentos pagando su presencia en el Banquete del Hambre?

¿Qué está pasando en Jalisco? ¿A dónde quieren llevar al Estado? ¿Cuál es el objetivo?