Por Julio César Hernández
 
Todo parece indicar que conforme avanza el tiempo, el dirigente del PAN en Guadalajara, Manuel Romo, se mete en un laberinto del que quién sabe cómo va a salir. Y es que en la guerra por la candidatura a la alcaldía de Guadalajara, ya quedó evidenciado que en Acción Nacional todo se vale.
 
Hace días, Manuel Romo presentó una denuncia ante la Procuraduría de Justicia por presunto robo de documentación del Comité Municipal, documentación que obra en poder del Comité Estatal y del cual hay nombre y apellido de quien lo entregó ahí, en la calle Vidrio. Pero, además, se asegura que hasta la fecha dicha denuncia no ha sido ratificada por el denunciante.
 
Pese a ello, valga comentar entre paréntesis, se asegura que dicha denuncia fue puesta a disposición de la Visitaduría de la propia Procuraduría para que inicie la averiguación respectiva, cuando aquella sólo conoce de asuntos que tienen que ver con funcionarios públicos o empleados de la propia Procuraduría.
 
Volviendo al caso de Romo, ahora se revela que al parecer hubo una falsificación de firmas para retirar los recursos económicos que el partido tiene depositados en una sucursal bancaria de Mexicaltzingo y Enrique Díaz de León. Y es que sucede que quienes tienen las firmas autorizadas son el ex dirigente, Alfredo Argüelles, y quien fuera su tesorero, Juan Felipe Macías, a quien el gerente del banco le llamó porque las firmas, aunque parecidas, no eran iguales.
 
Felipe Macías informó al gerente bancario que él no había firmado nada, con lo que se descubrió la presunta falsificación de firmas, motivo por el cual se presentará la denuncia respectiva.
 
Ya en su momento el diputado Jorge Salinas lo advirtió: que Manuel Romo está haciendo todo para que, en uso de sus facultades, el Comité Estatal desconozca al Comité Municipal y designe una delegación en Guadalajara.
 
¿Habrá sorpresas en el PAN tapatío o las aguas volverán a su cauce?