Por Julio César Hernández

Licenciada en Ciencias de la Comunicación y con la experiencia de haber ejercido durante algunos años su profesión, la hoy diputada federal Rocío Morgan, nos confesó hace algunos días que al PAN, hoy en el gobierno, se le ha dificultado mucho sostener una buena relación con los medios de comunicación desde la trinchera del poder. Y efectivamente así es. Uno de los principales problemas que enfrentaron los gobiernos panistas –estatal y los municipales- al arribar al poder en Jalisco –allá en 1995- fue su relación con los medios. Desde la oposición, los consideraron sus aliados, pero ya en el poder los vieron como sus enemigos.

Aun hoy, no pocos panistas mantienen esta posición.

El problema es que en 1995 quienes llegaron al poder fueron neopanistas con poco tiempo de militancia. La afiliación de la mayoría de ellos databa de 1988, durante la era clouthierista. Los ortodoxos, aquellos que habían concretado una buena relación con los medios, prácticamente se quedaron a la orilla. O más bien en la “banca”.

Al paso del tiempo la relación Medios de Comunicación-Gobiernos Panistas ha mejorado, pero aun quedan algunos resabios de quienes ven a los periodistas, reporteros y columnistas como sus adversarios. No en pocas ocasiones culpan a los medios de malinterpretar sus declaraciones o los acusan de “amarra navajas”.

Difícil que el escenario cambie.

Por eso resulta interesante conocer la conferencia que dictó el fin de semana el periodista peruano –radicado en Miami- Javier Maza, aquí en Guadalajara, en la que dio algunos consejos para que los políticos sostengan una buena relación con los medios de comunicación (¿cuántos políticos estuvieron presentes?), y enumeró lo que considera son las siete reglas de oro que deben seguir quienes ocupan cargos públicos en su relación con los medios.

Según Maza, estas son las siete reglas de oro: 1.- No deben responder preguntas sino comunicar mensajes. 2.- Al periodista ni se le “pega” ni se le paga. 3.- Cuidado con el off the record. 4.- No hay preguntas estúpidas. Respuestas sí. 5.- Nunca mentir al periodista. 6.- Ser claro, conciso y contundente en las respuestas. 7.- La opinión pública perdona errores, no la soberbia de los políticos.

No estaría por demás que en cada escritorio de nuestros funcionarios públicos, de quienes ocupan un cargo de elección popular y de todos aquellos que por su responsabilidad tienen contacto con los representantes de los medios de comunicación, tengan a la mano –y en negritas o resaltadas- estas siete reglas de oro.

Ojalá y los jefes de prensa, los directores de las oficinas de comunicación social y relaciones púbicas les hagan llegar a todos los funcionarios, una tarjeta con estos siete puntos.

Se los vamos a agradecer.