Por Julio César Hernández

El 30 de marzo pasado, el presidente de la Unión Ganadera Regional, Salvador Álvarez, convocó a una asamblea en cuya agenda se contemplaba la reforma de los estatutos del organismo, particularmente el punto referente a los requisitos para la reelección en el cargo.

Al trascender cuál era el verdadero motivo de esta convocatoria, la mayoría de los socios de la Ganadera decidieron no responder al llamado y la Asamblea tuvo que suspenderse por falta de quórum. Sin embargo, Salvador Álvarez no da su brazo a torcer e insistirá en que se reformen los estatutos para poder reelegirse sin mayores problemas.

Y para ello ha convocado a una asamblea para el día de hoy a las once de la mañana, allá en las instalaciones de la Unión Ganadera. El objetivo es el mismo: que se le allane el camino para una segunda reelección.

Y es que los estatutos marcan actualmente que para encabezar el período ordinario por dos años, es necesaria la votación de la mitad más uno de los socios, mientras que para poder reelegirse es necesario que el aspirante obtenga el visto bueno de las dos terceras partes, para confirmar así que el dirigente cuenta realmente con un apoyo mayoritario para que continúe en el cargo.

Dicen algunos de esos socios que como Salvador Álvarez advierte que le es difícil obtener el respaldo de esas dos terceras partes -que serían el voto de cien socios, de los 135 en total- para sumar un nuevo período al frente de la Unión Ganadera, entonces impulsa la reforma estatutaria para que se establezca que sólo es necesario el apoyo de la mitad más uno de los socios.

Pero el dirigente ganadero enfrenta la resistencia de un buen número de los socios, que están trabajando para evitar que se dé el “albazo” en la organización.

Además, hay inconformidad en que a diferencia de los dirigentes anteriores que lo habían sido con carácter de honorarios, el ahora dirigente estableció que se le pague un salario de 40 mil pesos más gastos de representación, que a decir de los inconformes le representan un ingreso económico mensual de casi los cien mil pesos.

Además, aseguran, que como Salvador Álvarez vive en la vecina entidad de Aguascalientes, aunque tiene su rancho en “La Chona”, la Unión Ganadera Regional le costea la renta de una casa aquí en Guadalajara.

Así, pues, hoy los ganaderos jaliscienses habrán de decidir su futuro y el de su propia organización, cuando se apruebe o no la propuesta de su dirigente… bueno, si es que ahora sí hay quórum.