Estamos a menos de 72 horas de que el presidente electo Enrique Peña Nieto revele los nombres de quienes integrarán su primer círculo de colaboradores, su gabinete legal, y hasta el momento en los que se han “filtrado” no aparece ningún jalisciense… ni por equivocación.
La última vez que un jalisciense ocupó un cargo de primer nivel en el gabinete presidencial fue -si no me equivoco- en el gobierno de José López Portillo cuando Javier García Paniagua ocupó la carpeta del Trabajo; antes, con Luis Echeverría fue el jalisciense José Luis Bracamontes; y una administración anterior, con Gustavo Díaz Ordaz, estuvieron Marcelino García Barragán, en Defensa, Juan Gil Preciado, en Agricultura; y Agustín Yáñez, en Educación.
Pobre la presencia de priistas jaliscienses en el gobierno federal, pues con Miguel de la Madrid no apareció ninguno; con Carlos Salinas de Gortari, quien ocupó un cargo de nivel fue Ismael Orozco Loreto como subsecretario de Turismo, pero posteriormente ningún jalisciense en el gabinete de Ernesto Zedillo Ponce de León.
En los gobiernos panistas, en los 12 años, no les fue mal a los jaliscienses de este partido, pues con Vicente Fox estuvo Alberto Cárdenas y Sergio garcía de Alba, en tanto que con Felipe Calderón repitió Cárdenas Jiménez, se le sumó Francisco mayorga Castañeda en Agricultura, y recientemente Tarcisio Rodríguez como secretario particular del Ejecutivo.
Ahora no se vislumbra jalisciense alguno del PRI ya no digamos en el gabinete legal sino tampoco en el gabinete ampliado. Está pobre la “caballada” priista como para ser tomada en cuenta por el próximo titular del Ejecutivo federal.
Y eso que antes y durante la campaña electoral no eran pocos los jaliscienses que presumían tener cercanía con el mexiquense. Vamos, hasta asistían al informe del alcalde de algún municipio del EdoMex por lejano que estuviera. Hacían todo porque los viera Peña Nieto.
Pero no, no los vio.
Y no se observa que os vaya a dar una sorpresa, pues resulta que la más cercana que está de integrarse a este equipo peñista es María Esther Scherman, pero más bien como resultado de las negociaciones entre Peña y Manlio Fabio Beltrones. Scherman llegaría, y creo que si lo hacer será a un espacio de bajo nivel, por beltronista y no por peñista, claro.
Así, pues, estamos cada vez más cerca de confirmar que la clase política priista de Jalisco pasa desapercibida para el próximo grupo del PRI en el gobierno federal.