César Nava "echa las campanas al vuelo", pero aun falta mucho para el 2012

                                                                                                                                   
Julio César Hernández
Embriagado por la euforia de haber ganado el domingo las elecciones en dos importantes entidades como Puebla y Oaxaca y con una amplia posibilidad de allegarse también Sinaloa, el dirigente nacional del PAN, César Nava Vázquez, “echó las campanas al vuelo” al decir que “el PAN está de regreso”.
Pasada la euforia de dichos triunfos, el panismo deberá de poner los pies sobre la tierra y hacer un análisis serio y profundo de lo que sucedió apenas este domingo electoral, porque no es lo mismo ganar por sí mismo como partido que hacerlo gracias a una alianza partidista, aun y cuando haya sido con su más acérrimo enemigo y otros partidos más.
Y es que la jornada electoral del domingo, con todo y los triunfos de la alianza PAN-PRD, dejaron algunos puntos importantes en evidencia:
Uno, que el PRI sigue siendo la primera fuerza política del país, al ganar nueve de 12 gubernaturas; dos, que por sí mismo, ni el PAN ni el PRD son capaces de ganar por sí mismos una elección estatal en Oaxaca y Puebla; tres, que no fueron capaces de obtener la victoria con un candidato propio -ya fuera del PRD o del PAN-, pues tuvieron que “importar” a candidatos ex priistas; y cuatro, que ganaron en entidades donde las circunstancias le fueron favorables por el tipo de gobierno que padecieron sus habitantes.
Esto es, que los gobiernos de Mario Marín, en Puebla, como de Ulises Ruiz, en Oaxaca, aportaron lo suyo para entregarle el gobierno a la oposición, que advirtieron la posibilidad de ganarlo sólo si iban unidos. Y lo hicieron.
Todo este escenario que ayudó al PAN y al PRD a ganar en alianza las gubernaturas de Oaxaca y Puebla, podemos asegurar que no será el mismo que encuentren en 2011 en el Estado de México, donde se efectuarán elecciones que tendrán su repercusión directa en la elección presidencial del 2012, pues ahí se “juega” su candidatura priista el gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto.
Así, pues, bien podemos decir que el 2010 no es ni el 2011 ni el 2012, por lo que panistas y perredistas no pueden “cantar victoria”… aun.