Por Julio César Hernández

La primera vez se perdió en la colonia Providencia. No supo cómo llegar a Zapopan. Ahora sí, la diputada Yolanda Rodríguez –quien aspira a ser candidata del PRI a la alcaldía de Autlán-, llegó a la casa del ex alcalde Jorge Humberto Chavira Martínez, en su calidad de delegada municipal, responsable del proceso interno para la renovación de la dirigencia de su partido.

A este domicilio –Prolongación América- también arribó el dirigente estatal, Javier Guízar Macías, como lo hicieron los ex munícipes zapopanos: Ricardo Chávez Pérez, Carlos Rivera Aceves, Juan José Bañuelos, Eliseo Orozco, Nicolás Orozco, Jorge Ramón Quiñónez Ruiz, Ismael Orozco Loreto, Arturo Zamora Jiménez, entre otros.

También estuvieron algunos de los ex dirigentes del PRI como Salvador Rizo, Juan Antonio Mendoza, Humberto Rodríguez, Bernando Mora, Abel Salgado y Carlos García Arellano y algunos más.

No se trataba de festejar el cumpleaños de alguno de ellos ni tampoco era una reunión de bienvenida para la delegada Rodríguez, mucho menos para repartirse un pastel que no tienen.

El motivo era algo, para ellos, más importante.

Este cónclave de priístas zapopanos fue el jueves antepasado, obligado por el enfrentamiento que existe entre los diversos grupos que se disputan la dirigencia municipal y que amenazaba –amenaza aun- con convertirse en un “choque de trenes”.

Hay dos grupos abiertamente enfrentados: el del ex alcalde Zamora Jiménez y el del actual dirigente García Arellano. Y la desconfianza, como revelaría uno de los asistentes, es la “manzana de la discordia”, pues ni uno ni el otro confían entre sí como para respetar los acuerdos a que lleguen.

Ambos grupos consideran que el que gane la dirigencia, buscará quedarse con todos los espacios y repartir los menos, si no es que ninguno.

Esto obligó a que tanto los ex presidentes municipales como los ex dirigentes del PRI en la ex Villa Maicera, intervinieran como mediadores, además de que solicitaron la presencia de Guízar Macías para que tomara cartas en el asunto, pues difícilmente la delegada Yolanda Rodríguez podría con el “paquete”.

Cabe señalar que contra el deseo de Guízar de que fueran los delegados municipales los encargados de atender esta serie de conflictos y llegaran los menos a la sede tricolor de la Calzada del Campesino, la situación que priva en el priísmo zapopano echó a perder sus planes, pues él tendrá que estar al pendiente de la situación.

Y es que, hasta donde se sabe, en ningún municipio la realidad priísta había obligado a una reunión de emergencia de ex alcaldes y ex dirigentes. Tan álgida está la situación en su municipio, que buscan que la “sangre” no llegue hasta el Tribunal Electoral, como ha ocurrido en el PAN y el PRD.

Así las cosas, resta esperar para confirmar si la delegada Yolanda Rodríguez logra operar con eficiencia y evita la intervención directa de Guízar o éste tendrá que abocarse a sacar adelante el proceso en este municipio.

Y es que confían en que pueden regresar a la oficina principal del Palacio de Gobierno para el 2009. ¿Será?