Julio César Hernández
Ante las dudas manifestadas por el presidente de la Comisión de Justicia, Luis Armando Córdova, sobre el patrimonio del Auditor Superior del Estado, a quien le pide incluso copia certificada de sus declaraciones patrimoniales y su respectiva declaración de impuestos, Alonso Godoy Pelayo le responde que la respuesta es sencilla: convirtió “bienes raíces declaraas en liquidez declarado”.
Previamente -en oficio fechado el pasado el pasado 23 de febrero y con copia a todos y cada uno de los diputados locales-, Godoy Pelayo le hace ver al diputado Córdova que sobre su petición, de conformidad con los artículos 7, 8 y 28 de la Ley de Transparencia no se la puede satisfacer, porque las declaraciones “están reservadas por mandato de Ley”, pues la declaración patrimonial “es confidencial como todos sabemos…”.
Sin embargo, le recuerda que durante su comparecencia, a pregunta del propio diputado, mostró dichas declaraciones, pero “se puso en riesgo mi integridad personal y la de mi familia, pues se difundió en un diario local sin yo haberlo autorizado. A propósito -subraya- quiero precisarle que es totalmente falso que yo haya triplicado mi patrimonio como apareció en ese medio.
“Me ví en la necesidad de desprenderme de bienes raíces que habían sido parte de mi patrimonio desde hace años, los cuales en su oportunidad fueron debidamente declarados, y trasladar el monto motivo de dichas compras ventas al apartado de inversiones; es decir, convertí bienes raíces declaradas en liquidez declarada”.
Al inicio de su texto, el auditor Godoy Pelayo le asegura a Luis Armando Córdova que “estoy comprometido con la legalidad, la rendición de cuentas y la transparencia.
“Como hombre estudioso del Derecho -le recalca-, entiendo perfectamente mis funciones, atribuciones y prohibiciones. He ido más allá de lo que la Ley me obliga, como un ejercicio sano para la vida institucional del Poder Leguislativo, y así seguiré cumpliendo lo que conforme a la Ley se me requiera y hasta un poco más, si eso no pone en riesgo mi integridad y la de mi familia”, concluye.