Por Julio César Hernández

Aunque parezca un chiste cruel, pero la única novedad registrada ayer en la asamblea municipal del PAN en Guadalajara, fue la presencia del ex priísta y hoy perredista Salvador Cosío Gaona como notario público, para dar fe de lo sucedido.

Salvo lo anterior –que causó la molestia de algunos panistas como Armando Prieto-, todo transcurrió como presumimos en nuestra entrega de ayer que podría ocurrir, al cuestionar qué pasaría si nuevamente no se registraba el quórum necesario.

Y así fue. De los mil 932 delegados acreditados únicamente hicieron acto de presencia 684 delegados cuando se requería la mitad más uno, o sea 967 asambleístas. Faltaron, como mínimo, 283 panistas que quizás decidieron irse de vacaciones o por razones de trabajo no acudieron o simplemente les dio igual y nada quisieron saber de su partido.

De esta manera, el Comité Municipal que encabeza Manuel Romo Parra, cumplió con el mandato del Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial, que ordenó se repusiera dicha asamblea, luego de que cerca de siete decenas de panistas se inconformaron y acudieron a esta instancia.

Con esto, finalmente las cosas quedaron como el mismo domingo dos de marzo, cuando convocados para celebrar esta asamblea, tampoco acudieron los delegados suficientes para llevarla a cabo, por lo que se suspendió por falta de quórum.

De esta manera, los panistas tapatíos no tendrán candidatos al Consejo, en tanto que será el Comité Estatal, el que preside Eduardo Rosales Castellanos, el que tendrá que insacular a 320 delegados, de los 640 a los que tiene derecho el panismo de Guadalajara, para que participe en la asamblea estatal.

O sea que, en una palabra, los “paquistas” mantienen la ventaja para llegar a la asamblea estatal con el mayor número de candidatos al Consejo Estatal, en tanto los “emilistas” ven frustradas sus posibilidades de sumar algunos candidatos más a su favor.

Ahora se atraviesan los días Santos y lo correspondiente a la Semana de Pascua, por lo que en esta disputa panista se abre un paréntesis que se cerrará el domingo 13 de abril, cuando –si no hay alguna otra sorpresa- se lleve a cabo la asamblea estatal en la que se definirá qué corriente tiene la fuerza suficiente para quedarse con el partido, aunque hay “emilistas” que reconocen que la ventaja no la traen ellos.

Y es que en la conformación del nuevo Consejo Estatal no está únicamente en juego la presidencia del partido sino también la coordinación de la bancada del PAN en el Congreso, y usted sabe que la dupla Rosales-Salinas hay quienes la quisiera desaparecer, y la única forma de hacerlo es que los Herbie Boys ganen el Consejo y la dirigencia del partido, cosa que, por ahora, se ve muy remoto… aunque en política todo puede suceder.