Alfonso Javier Márquez

Mientras muchos apuestan a que el secretario de salud, Alfonso Gutiérrez Carranza no termina la semana como funcionario del gabinete de Emilio González Márquez, hay quienes le auguran todavía unas semanas más.

El conflicto que vive la Secretaría de Salud es más que nada producto del mal manejo de la relación con el sindicato de trabajadores de la dependencia. El tamaño del asunto alcanzó ya niveles insostenibles y de alto impacto social, no obstante en el edificio de Palacio de Gobierno el silencio permanece. Ese silencio que no tuvo el gobernador cuando al calor de las copas le mentó la madre a los jaliscienses que no estuvieran de acuerdo con él. Hoy Emilio González Márquez prefiere esconderse, guardar silencio y mirar hacia otro lado mientras la ciudad se vuelve loca en medio de manifestaciones y caos.

El impacto social del conflicto ya le afectó a la gente que no tiene nada qué ver con la Secretaría de Salud. Originalmente los mas afectados eran los usuarios de los servicios de salud, es decir la gente de mas escasos recursos y eso parecía importarle poco a los actores de este conflicto. Desde este viernes involucraron a la sociedad en general cuando el gobierno insensible ignoró las advertencias de los sindicalistas de salir a las calles a manifestarse y provocar lo que provocaron este jueves en la Ciudad, el desorden total en el centro tapatío.

El conflicto tiene tintes de  crisis. Podría ser otra de esas situaciones que el gobernador no puede ni sabe controlar y se le salen de las manos. A lo que le apuestan es a que se atraviesa el periodo de las fiestas navideñas y esperan que de aquí a enero las cosas se hayan enfriado… Cosa que dudo mucho.