Gilberto Pérez Castillo

El Gobernador Emilio González Márquez nunca señaló condiciones, salvo la de que existiera una denuncia formal, cuando se comprometió a crear una Fiscalía Especial que investigue las acusaciones de pederastia en contra del Procurador Tomás Coronado Olmos.

Sin embargo, cuando Víctor Manuel Landeros Arvizu, ex Subprocurador de Justicia, quien conoce los detalles de estas acusaciones, presentó la denuncia formal, el Gobernador se sacó de la manga la condicionante de que sean las víctimas quienes formulen la denuncia para crear dicha Fiscalía.

Al crear una Fiscalía Especial no se condena al investigado, sólo se crea un entidad investigadora independiente, que les dé garantías a las denunciantes y a los testigos para que puedan declarar con total tranquilidad y le da certeza a la sociedad de que la investigación se hizo de manera objetiva y sin proteger a nadie.

Ante esta negativa del Gobernador Emilio González Márquez, y ante sus evidentes esfuerzos por impedir una investigación sobre el asunto, lo mínimo que nos podemos preguntar es

¿A qué le tienen miedo el Gobernador Emilio González y el Procurador Tomás Coronado, como para resistirse a la creación de esta Fiscalía Especial?

¿Por qué en lugar de aceptar esta investigación han pretendido deslegitimar al denunciante Landeros Arvizu y a las agraviadas?

Si en verdad el Gobernador cree en la inocencia de Tomás Coronado ¿por qué se resiste a que éste sea investigado por un fiscal independiente?

Y finalmente, ¿qué tantos compromisos tiene Emilio González con Tomás Coronado como para defenderlo de la manera en la que lo hace?