En su entrevista con los reporteros después de oficiar la misa del mediodía, el domingo pasado, el cardenal José Francisco Robles Ortega soltó una fuerte crítica, sin la estridencia de su antecesor, al gobernador Emilio González Márquez:
“El que está por salir ya no está al cien, ya no está al cien por ciento…”, dijo, al subrayar que González Márquez, como está por salir de la gubernatura, ya no está concentrado al cien por ciento en su labor de gobernar, refiriéndose también a los “narcobloqueos” el fin de semana y a los actos de violencia en Jalisco.
El cardenal Robles Ortega, un hombre discreto, prudente, pero puntual en sus observaciones, sin duda que mantendrá la voz cantente del Clero en las decisiones del gobierno, en las decisiones del poder. Sin duda que hará escuchar su voz cuantas veces considere que sea necesario, pero con mensajes entre líneas suficientes para que lo entiendan sus destinatarios.
Los regiomontanos, particularmente los gobernantes que lo fueron durante su presencia al frente del Arzobispado, conocieron muy bien la forma de conducirse del Cardenal. Y ahora le toca a los jaliscienses.
Y los políticos jaliscienses ya fueron a presentarse ante el Arzobispo de Guadalajara. Algunos lo hicieron cuando eran candidatos y regresaron después al ser ya electos. Desde Jorge Artistóteles Sandoval Díaz hasta quienes ganaron las presidencias municipales y algunos de los legisladores electos.
Por su estilo, decíamos ayer, será importante poner mucha atención a las palabras del cardenal Robles Ortega más que al volúmen con que las exprese, quien ya el domingo dio una prueba de lo “diplomático” que será en sus críticas, pero no por ello tibio ni suave. Será cuestión de que cada quien sepa leer “entre líneas”.