Gilberto Pérez Castillo

A los jaliscienses Alberto Cárdenas Jiménez, a Francisco Ramírez Acuña y a Tarcisio Rodriguez Martínez ya les fue bien con la llegada de Felipe Calderón a la Presidencia de la República. Ahora falta ver si, con la llegada de estos tres funcionarios a las grandes ligas de la política nacional, le va bien a Jalisco.

En esto los jaliscienses debemos ser cautos y no esperar que la presencia de estos tres paisanos en el círculo cercano del nuevo Presidente se vaya a traducir en un flujo importante y privilegiado de apoyos y beneficios para el estado.

La experiencia reciente de Jalisco, que contó en el gobierno de Vicente Fox con tres secretarios de Estado sin que se haya notado un beneficio notable en la vida de los jaliscienses, nos indica que salvo el orgullo por el paisanaje no hay mucho que esperar por la presencia de coterráneos en las altas esferas del gobierno federal.

Otro aspecto que debemos considerar es que estos tres jaliscienses integrados al gobierno de Felipe Calderón no van a trabajar en equipo por Jalisco pues la relación entre ellos no es de lo más estrecha y cordial. A Cárdenas Jiménez no le interesa hacer migas ni equipo con Ramírez Acuña, y viceversa, y el compadre de Felipe Calderón, Tarcisio Rodríguez, no siente ninguna necesidad de estrechar sus relaciones con sus paisanos en el gabinete porque sabe que su relación con el Presidente no depende de ellos.

En tales condiciones, salvo la satisfacción que podamos tener por ver a nuestro estado representado en el gobierno federal, no debemos esperar grandes cosas de quienes fueron llamados a servir en la capital, para que después no acabemos decepcionados de esta experiencia.

Visto con las reservas arriba señaladas, quien más puede aportarles apoyos directos a los jaliscienses en términos es el exgobernador Cárdenas Jiménez, quien desde la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) podrá beneficiar directamente a quienes en Jalisco se dedican a las diversas ramas de la producción agropecuaria.

En el caso de Cárdenas Jiménez, quien tiene un buen conocimiento de lo que es el campo jalisciense, se podría encontrar tal vez a quien mayores beneficios directos podrían traerle a Jalisco por su función en el gabinete presidencial, que le permite administrar programas y apoyos económicos.

Por su parte, Francisco Ramírez Acuña, desde la Secretaría de Gobernación, tendrá más limitada su capacidad de actuar a favor de los jaliscienses de manera concreta. Su función principal para beneficiar directamente a Jalisco se enfoca en la capacidad que tendrá de abrir puertas y gestionar apoyos, más que en generarlos directamente.

Francisco Ramírez Acuña puede servirles a los próximos gobiernos estatal y municipales de Jalisco, dándoles acceso a los integrantes del gabinete presidencial y ayudándoles a gestionar más programas y apoyos de lo que podrían obtener si el Secretario de Gobernación no fuera jalisciense.

También puede ayudar el gobernador con licencia a los diferentes sectores productivos y sociales del estado, abriendo las puertas que puedan facilitar las gestiones y apoyos que permitan producir en mejores condiciones.

Aportación similar podría proporcionarle a su estado Tarcisio Rodríguez desde la posición que le toca ocupar. Su cercanía personal con el Presidente de la República puede ser un instrumento fundamental que le podría permitir ser otro gestor importante para los gobiernos municipales y estatal, y para los diversos sectores productivos y sociales de Jalisco.

Desde este mes tres políticos jaliscienses ya participan en el nuevo gobierno federal, muy cerca del Presidente Felipe Calderón. Ahora falta que nos revelen si su llegada a las grandes ligas de la política nacional la ven sólo como una etapa más de su desarrollo político personal o si también la visualizan también como una oportunidad de ayudar desde sus respectivas posiciones a Jalisco. *Publicado en el Semanario Crítica del 4 de Diciembre de 2006